CAPITULO IV: DOMANDO AL MONSTRUO -O DOMESTICANDO LA BESTIA-
GÉNERO: (Mick/Beth) Basado en Moonlight.
CATEGORÍA: no menores de 13 años (Contiene relatos de violencia implícita, agradecemos tomar la previsiones del caso y si Usted se considera sensible ante éste tipo de situaciones, recomendamos tomar en cuenta la presente recomendación).
CLASIFICACIÓN: Universo Alternativo. Drama, romance, policial (con un poco de WAFF-ANGST).
PERSONAJES: Mick/Beth (OTP One-True-Pairing). Mick/Beth/Josef/Logan/Guillermo/Carl (un poco de OOC Out-Of-Character) y algunos OMC (Original Male Characters) y OFC (Original Female Characters).
ADVERTENCIA/SPOILER: Se desarrolla en el futuro, después de "Sonata".
Warner Bros. Television y Silver Pictures Co. son los propietarios de los Derechos sobre la serie de televisión Moonlight. No es nuestra intención vulnerar derechos de autor o de propiedad sobre ellos.
No obstante, todo el contenido que se presenta a partir del presente momento es propiedad intelectual inequívoca de sus autoras, quienes poseen todos los derechos sobre las mismas y su obra se encuentra protegida por los derechos de Propiedad Intelectual vigentes.
La historia es narrada en tercera persona, pero haciendo uso de las narraciones en 1era persona (siguiendo el espíritu de la serie en la cual está basada). El narrador en 1era persona corresponde al personaje de MICK ST. JONH y para la mejor comprensiòn hemos optado por presentar estas narraciones (equivalentes a los pensamientos internos del personaje) de la siguiente manera:
Letras en color Azul: Pensamientos de Mick St. John ( o si se tratara de la TV, esto sería su VO)
Letras en color Amarillo: Notas hechas por las autoras y que son de interés para ser tomadas en cuenta por el lector y que influyen directamente sobre el desarrollo de la trama.
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A las 9 menos 10 Mick y Beth hicieron su entrada en el Edificio del Departamento de Policías. La cita con Benjamín Talbot debía cumplirse a primera hora de la mañana, tal como había sido convenido.
Mick ocupó un asiento en la sala de espera que va a los cubículos para declaraciones, mientras que Beth se dirigió a anunciarle a su jefe que el detective privado estaba presente y a la espera de dar voluntariamente su informe.
- ¡Hola Ben! – Saludó Beth en cuanto enfrentó la puerta de la oficina de Talbot – Mick está a la espera para declarar, tal y como ha prometido- Completó la investigadora civil ante la mirada indolente de su jefe.
-Muy bien Beth…- Agradeció sin atender a la cortesía en el saludo matutino. Fue claro para Beth que aquel día podía ser uno muy duro de sobrellevar.
Conforme avanzaban en dirección a Mick, Beth notó como Talbot solicitó a dos Oficiales que le acompañaran, aquello comenzó a figurarle extraño pero no se atrevió a formular ningún tipo de pregunta a su malhumorado Jefe.
Al momento de encontrarse con Mick en el área de espera, los oficiales que acompañaban a Talbot y Beth se adelantaron para tomar control de Mick quien en un genuino acto de autodefensa se negó de entrada a dejarse poner las esposas.
-¿Qué haces Ben?- Preguntó Beth con clara consternación.
-¿Qué es todo esto?- Declaró Mick totalmente contrariado.
- Estamos haciendo un arresto preventivo Beth – Talbot se dirigió a la rubia mientras uno de los oficiales recitaba para Mick sus derechos.
-¿Me puedes explicar bajo qué cargos me arrestas?- Exigió Mick haciendo caso omiso de lo que decían sus custodios.
- Estamos investigando tu presunta participación en la fuga de Emma Monaghan Mick…- Explicó Ben de forma fría y calculada – Lo siento Beth… a partir de este momento estás fuera de la investigación-.
-¿Qué?- Beth amplió sus ojos – ¡Esto no es posible Ben!- Argumentó Beth siguiendo al abogado quien dio la espalda a Mick para ir de regreso a su oficina.
-Lo siento Beth… no puedes trabajar en esta investigación porque tienes un grave conflicto de intereses… puedes tomarte el día, si así lo quieres y podemos reunirnos mañana para asignarte un nuevo caso…-
-Pero Ben… ¿te has vuelto loco?-
- Beth… ven acá…- La llamó Mick desde el pasillo resistiéndose a avanzar en la dirección que los oficiales lo llevaban.
- ¡Esto no es posible Mick… No entiendo que ha pasado!…-
- Beth… Intenta mantener la calma, por favor, no va a pasar nada- Susurró Mick tratando de ofrecerle serenidad-
- Pero Mick…-
-¡Llama a Josef! y dile que necesito un abogado, no voy a dar ninguna declaración sin antes saber qué está pasando aquí… y sin tener un abogado presente… ¿entiendes?-
- Entiendo Mick… pero…-
- No te pongas en riesgo… necesito que me digas que entiendes eso Beth…
- ¿Cómo puedes estar tan calmado?-
- ¡Busca a Josef!…- Fue lo último que pudieron hablar ya que el oficial a cargo dio por finalizada la conversación y obligó a Mick a acompañarlo dentro del área de detenciones.
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Título: AQUÍ ESTOY YO
Parte IV: DOMANDO AL MONSTRUO -O DOMESTICANDO LA BESTIA-
Por: Mrs. Hudson & Maky
Inspirado en el relato “The Accused” de Photosue
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Sólo prestando atención a las pequeñas cosas, conseguimos resguardarnos de las grandes calamidades.
Anónimo
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- Necesito hablar contigo…- La melodiosa voz de Beth se dejó escuchar en los sensibles oídos de Josef al momento que ingresaba en su estudio privado -¡Mick fue arrestado!- Sentenció.
- ¡Buenos días Beth!… gusto en verte tan temprano por aquí… estoy muy bien, gracias, a pesar de la noche que tuvimos… - Respondió sin voltear a mirarla- Y tú, ¿cómo te sientes?
- ¡Hablo en serio Josef!…- Le reprochó con un suspiro de desaliento.
- Lo sé Beth… - Continuaba inexpresivo y con la vista fija en la pantalla del ordenador situado frente a sus ojos- ¡Sólo siéntate y cálmate…!- Destacó primero y de seguido hizo un gesto con una de sus manos para señalar uno de los asientos al otro lado de su escritorio.
-¿Lo sabes?...- Lo interrumpió indignada e ignorando la invitación que le hacía a sentarse– Y… y… ¿cómo es posible que lo sepas y estés allí tan tranquilo?- La rubia intentaba leer el rostro del vampiro, en tanto él no le daba ni una remota pista de lo que tenía en mente.
-Mira Beth, con molestarte conmigo no resuelves nada…- Le advirtió sin siquiera elevar una octava su peculiar tono de voz- ¿Mick te habló acerca de una lista que recibí?... –El vampiro finalmente levantó el rostro para verla directo a los ojos – Una lista con todos los vampiros en la ciudad...- Le repitió, a objeto de dejarle claro el mensaje-¡To–dos!-.
-Sí Josef…- Replicó ella un poco confusa- Mick me contó acerca de eso… ¿y…?-.
-Pues, la fuente que me informó ayer sobre lo de Lisa y Guillermo… me envió en la madrugada de hoy la lista – La revelación del empresario iba acompañada de una intimidante expresión en el rostro.
- Espera… - Lo interrumpió mientras le ofrecía una mirada inquisitiva -Tú… ¿recurriendo a una fuente?-.
- Sí… una fuente… no eres la única que las tiene- Desvió su mirada de la de ella, con una premeditada indiferencia – No se sobrevive por tanto tiempo dejándole las cosas a la suerte… se contratan las personas adecuadas en los lugares adecuados, Beth… - En la medida en que hablaba iba suavizando su cara a sabiendas de la tensión que produjo su rostro desencajado sobre la mujer que estaba frente a él- Ésta misma fuente no sólo me advirtió acerca de la lista sino de los planes de tu Jefe de arrestarnos… primero a Mick y luego a mí…-
- ¿Por qué?...- La chica bajó la guardia y se mostró interesada ante la nueva información que recibía.
- Mira… - Josef empezó a explicar e hizo una nueva invitación a Beth para que tomara asiento- Lo de Emma no ha salido exactamente como habríamos querido…- Sacudió la cabeza para enfatizar su disgusto- Por allí ha comenzado todo… -.
- ¿Me lo cuentas o me lo preguntas?... - Murmuró sarcásticamente la rubia cuando se acomodaba en la silla.
- Esta vez Mick nos ha arrastrado a todos en su cruzada quijotesca…- Se quejó Josef sin el menor tacto- Y la verdad que no me veo en el papel de Sancho Panza- Una sonrisa lasciva se dibujó en el rostro de él.
- ¡Sí!…- Concordó con el vampiro-… Pero me preocupa que Mick este demasiado involucrado en esto…- Completó ella frunciendo el ceño- No quiero pensar que porque él cometió algún error dentro del estándar de “la comunidad” sea puesto al margen… y terminen dándole la espalda y dejándolo vulnerable- La voz de Beth se apagaba en una especie de lamento, acababa de darse cuenta que estaba siendo presa del pánico y sus marcadas emociones no pasaron desapercibidas por su interlocutor.
- Beth, eso no ocurrirá… - Respondió de inmediato, en un vano intento por calmarla - Pero tenemos reglas… y la más importante…-
-Es mantener su secreto…- Susurró- Lo sé… Mick me lo ha dicho cientos de veces… Y él también lo sabe… creo que sólo pensó que ocuparse de lo de Emma, como lo hicieron, era la mejor manera de solucionar las cosas-.
- ¡Pero no lo fue!… - Enfatizó con franqueza–… Y ya no puede recogerse lo hecho- La voz del vampiro se ahogó en un breve silencio, mientras parecía buscar las palabras correctas para proseguir- Todo se salió de control Beth y lo único que queda es retomar la tranquilidad, si queremos mantener nuestra comunidad tal y como hasta ahora- Volvió a hacer una pausa en tanto apretaba el puente de su nariz con los dedos de una mano- Bueno… y para tu paz, ya he hecho mis arreglos para pasar esta crisis…-
-¿Arreglos?... ¿qué clase de arreglos?- Preguntó con la voz ronca.
-Beth… no esperarás que te cuente todo, ¿cierto?… - Declaró estoico- Estamos manejando varios escenarios de manera simultánea, la solución vendrá de cualquiera de ellos… - La voz del empresario iba de tensa a mesurada - Y cuando hablo de que solucionaremos “de cualquier manera”, ya sabes cómo pienso manejarlo- Asintió ella, con la desaprobación descrita en su rostro, la suya era una respuesta muda ante el evidente significado de aquellas palabras.
- Entiendo si no te gusta Beth… - Habló entre dientes- Pero compréndenos… no voy a permitir que esto se extienda… - Intentó hacerle ver la gravedad que estaba trayendo un incidente que pudo haberse aislado desde el comienzo- Por supuesto, tampoco voy a dejar que “algo” pase a menos que sea necesario…- Le ofreció una sonrisa a la cual Beth correspondió sin mucho convencimiento -No es mi estilo dejar las cosas al azar… Intentaremos reducir los “daños colaterales”… Me conoces, quizás no tenga la moral, los escrúpulos o el alto sentido de justicia que tiene Mick, pero… si me estoy tomando tantas molestias, es porque no pienso matarlos a todos… ¿cierto?... – La miró con profundidad a los ojos - Pero SI no resulta… y en esto quiero que remarques un gran “Si”… SI no resulta, haremos lo que se tenga que hacer…-
-¿Lo que se tenga que hacer?- Beth se estremeció con la insensibilidad en el tono.
- ¡Si Beth!… lamentablemente para todos los involucrados tenemos que tener un Back Up Plan (*)…- Le dio un guiño- Es difícil, pero necesario… además… es exclusividad de “tu novio” y no mía, el olvidarse del Plan B… en mi posición no puedo permitirme ese lujo…-
- Y mientras tanto… ¿qué?-
- ¿Qué, de qué?- Demandó Josef.
-Mick sigue en la comisaría…- Puntualizó ella - ¿Por qué se supone que fue arrestado?... ¿qué es esto de la lista? … La cárcel no es el mejor lugar para un vampiro, ¿cierto?-
- Tienes razón- Admitió él – Pero lo único que puedes hacer es esperar- Apretó sus labios hasta quedar tan solo como una línea delgada dibujada en la cara.
-¡Lo siento Josef, no puedo estar tan tranquila como tú mientras Mick continúa preso!- Beth se puso de pie para hacer hincapié en su exigencia tácita.
-Pero tienes que estarlo…- Ordenó- Te he dicho que ya he tomado medidas, y eso incluye que Mick permanezca esta noche en la comisaría- Confesó sin alterar los gestos de su inescrutable rostro.
- ¿Por qué?- Protestó ella desplomándose de nuevo en el asiento y cubriendo su boca con una de sus manos.
- Beth… comprendo que quieras saber qué está pasando y por qué, pero NO es posible…- Señaló sin miramientos - Estoy intentando por todos los medios evitar que se desate una guerra inútil… y que la cabeza de todos, o de alguno de nosotros termine lejos de donde se supone debe estar- Acabó de explicar en medio de un profundo respiro.
- ¿Y tu idea de resolver las cosas es usar cualquier tipo de violencia, eh?…- Se puso nuevamente en pie, incapaz de manejar la sorpresa y la angustia que comenzaban a desbordarla- … ¿y mantener a Mick en la cárcel?-
- ¡Mick no ayuda estando fuera!…- Se defendió- Sabes que lo hago por su bien… ¿recuerdas a Foster?- La desafió con las palabras y los recuerdos – Mick es lo más cercano a un hermano para mi… No permitiría que nada de esto sucediera a menos que sea para su propio bien… y un bien mayor- Se puso de pie y se acercó a ella- Ya he tomado medidas…- Le sostuvo la mirada mientras mantenía una breve distancia entre ellos.
-¿Qué tipo de medidas? –Preguntó vacilante.
-Simone está en camino para cuidar la representación de Mick…-
-¿Simone?- Lo miró ella con desaprobación, mientras él sólo se limitó a darle una astuta sonrisa.
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(Mick) Parte de lo que no te dicen cuando te convierten, pero que como inmortal te ves forzado a aprender, es la obligación que todos tenemos de mentir: Mentir a los demás e incluso a nosotros mismos...
Engañamos con un fin: La necesidad de cuidar de nuestros secretos. Verdades y mentiras, pasan a ser cuestiones relativas, y la mayoría de las veces, son sólo una ironía.
Hasta ahora, yo había preferido callar, esconderme o hasta omitir partes de la realidad en vez de mentir… luchaba para poder mantener mi identidad y lo que queda de mí… y había tenido suerte… Pero estoy dudando que las cosas puedan continuar así por mucho tiempo… Y entonces, una sola pregunta ronda mi mente sin encontrar respuesta: ¿Cómo resignarme a empezar de nuevo cuando parecía que el universo me había dado una verdadera oportunidad?
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- Exijo hablar con el Sr. St. John- Anunció Simone en cuanto enfrentó el escritorio de uno de los oficiales al frente del área de detenciones preventivas en el Departamento de Policía – Soy su representante, Simone Walker- Extendió sus credenciales para ponerlas a la vista de su interlocutor.
- Aguarde un momento- Respondió a regañadientes el uniformado, y dándole un discreto vistazo de pies a cabeza, se dirigió a la oficina adjunta donde comunicaría la petición al superior a cargo.
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Tras un rato en la sala de espera, Simone fue conducida a uno de los cubículos de entrevista en donde se reunió con su representado
- ¡Hola!- Saludó a un cabizbajo Mick.
- ¡Simone!- Respondió con una sonrisa forzada– Gracias por venir… ¡Llegaste realmente muy rápido!-
-Bueno… Josef me pidió que me diera prisa…- Tomó asiento frente a él – Vamos a hacer esto lo más fácil para ti… ¿de acuerdo?- Bajo el tono de voz lo suficiente como para que únicamente Mick fuera capaz de escucharla – Sólo dame respuestas cortas: Niega o asiente a mis preguntas e intenta no hablar a menos que sea necesario… conoces cómo es esto ¿no?-
-¡Ok!- Susurró él - ¿Qué tienes?-
- No hay cargos, éste es un arresto preventivo… saldrás libre entre las próximas 24 ó 48 horas, siempre que no tengan algo incriminatorio- Explicó.
- ¿Hay algo de lo que deba preocuparme?- Levantó una de sus cejas en forma suspicaz.
- Hay unos videos que te involucran a ti y a Josef… en… ya sabes… – Simone volvió a usar un tono casi imperceptible para hablar, mientras que Mick sólo alcanzaba a cubrirse el rostro con las manos como claro signo de frustración – Los chicos están a cargo… hoy resolveremos esto de alguna forma, sólo tienes que conservar la calma y mantener tu historia… estuviste todo el tiempo con Beth… ¿recuerdas?- Le recomendaba mientras él sólo asentía.
- ¡Quiero hablar con Beth!… ¿Podrías arreglarlo?-
-Por supuesto…- Simone le ofreció una sonrisa comprensiva al notar la intensidad con la cual formuló su petición – No pueden mantenerte incomunicado – Aseguró.
-Bueno… ¿Cuánto tiempo entonces?- Cruzó sus brazos por encima del pecho y desvió la mirada a un punto cualquiera del espejo de doble vista ubicado a su derecha.
- Pronto…- Respondió mientras se ponía de pie – ¿Cuánto podrás estar sin alimentarte? – Murmuró mientras le daba la mano a Mick para despedirse.
-No mucho…- Respondió en calma – La última fue anoche, eso me da hasta ésta noche… -
- Ok- Asintió la abogada haciendo su camino a la puerta – ¡Oficial!- Alzó la voz e hizo una señal en dirección al doble espejo para solicitar le fuera abierta la puerta – Estamos en contacto Mick, y recuerda: No debes dar ningún tipo de declaración sin mi presencia… ya estamos cuidando el resto de los detalles –.
-¡Ok!- Agradeció esbozándole una perfecta sonrisa, mientras ignoraba por completo la presencia de los custodios que entraron al salón atendiendo a las indicaciones de la abogada – Ya sabes… Beth –
- Seguro… - Simone dio unos pasos fuera del cuarto de interrogatorio – Ya hago los arreglos…-
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Mientras esto ocurría en la sala de entrevistas…
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A su regreso al Departamento de Policías, Beth se resolvió a hacer algunas investigaciones entre sus antiguas fuentes, toda vez que debía esperar a que Simone y Mick finalizaran con su reunión, si quería conocer sobre los avances logrados.
Caminó hasta el área que comúnmente ocupan los detectives de drogas, homicidios y delitos mayores intentando ubicar algún rostro familiar. Si bien su empleo (como investigadora civil) le había relacionado con nuevos oficiales, estos nunca iban a lograr desplazar a quienes le habían ayudado en el pasado.
Estaban presentes en aquel recinto 3 caras conocidas: Novak, Murphy y Carl Davis.
Se quedó de pie un breve instante frente al concurrido salón y luego de superar su indecisión, se dirigió de manera directa hasta el escritorio del Teniente Davis.
- ¡Hola Beth!- Saludó Carl al levantar la vista de entre sus papeles y descubrir a la ex reportera parada justo frente a él.
-¡Hola Carl! – Le correspondió.
- Escuché que Talbot tiene a St. John en la sala de arrestos preventivos…- Acomodó sus carpetas y se puso de pie, con lo cual se acercó un poco más a Beth.
- Así es…- Respondió ella tratando de mantenerse en calma.
- Entonces… imagino… que ese sea el motivo de tu visita- Gruñó agarrando un vaso de café que reposaba en su escritorio -… ¿o me equivoco?- Comentó antes de hacer su camino en dirección contraria a la chica.
- Escucha Carl… - Lo encaró cortándole el paso- No sé qué es lo que ha pasado, ni por qué Talbot arrestó a Mick, lo único que sé es que él es uno de los chicos buenos y no hay razón alguna porqué hacerlo pasar por esto… y tú lo sabes…-
- ¡Claro que lo sé Beth!- Se detuvo de inmediato ante la declaración de la rubia – St. John no me gusta mucho, pero el tipo está limpio… ¡eso es un hecho!- El detective suavizó el tono de su voz y cuadró sus hombros con los de ella para hablar casi en susurro al oído de la mujer- Todo este asunto del video que Talbot está usando para retenerlo no parece más que un montaje…-
- ¡Y lo es!- Acusó Beth, hablando igualmente a susurros, y aún a sabiendas de la veracidad de las imágenes– Estuvimos juntos todo el tiempo… desde que a Emma Monaghan la apresaron y hasta ahora en la mañana- Concluyó en un tono convincente, muy a pesar que internamente se lamentaba por mentirle descaradamente a su amigo.
-¿Todo el tiempo?- Preguntó Carl con una perspicaz sonrisa.
- ¡Sí Carl!, todo el tiempo…- Confirmó Beth sin poder contener el rubor que se apoderaba de su cara.
- Voy a entrevistarlo ahora… ya sabes, el caso de la universitaria… - Davis desvió su mirada de la avergonzada chica para evitar atormentarla aún más de lo que parecía encontrarse - ¿Quieres verlo?- Preguntó.
-¡Sí!- Contestó ella sin siquiera pensarlo.
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Simone había tomado su móvil para comunicarse con Beth cuando la vio aproximarse en compañía del Teniente Davis.
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- ¡Beth!…- Alzó la voz la abogada para llamarle la atención.
- ¡Simone!- Respondió inmediatamente en dirección a quien la solicitaba– Ella es la abogada de Mick- Beth comentó mirando directamente sobre Carl.
-Entonces deberías presentarnos…- Sugirió Davis sin detenerse en el paso- Posiblemente quiera acompañarlo durante la entrevista que voy a hacerle-.
- ¡Bien!- Consintió – ¿Pero podré verlo antes?- Preguntó ansiosa.
-Por supuesto Beth…– Le garantizó Carl haciéndole un guiño- En todo caso… depende de la abogada… si ella dispone de tiempo para esperar, por mi parte no hay inconveniente- Ambos se apresuraron en reunirse con Simone en el pasillo de la comisaría.
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(Mick) Desde que me convertí en inmortal, los años, los meses e incluso las horas, dejaron de tener importancia… y es que uno termina adaptándose a casi cualquier cosa para llevar una existencia de aparente normalidad.
Siendo un vampiro uno aprende a no aferrarse ni acostumbrarse mucho a nada… o por lo menos se hace el intento… aunque, a decir verdad… todo eso cambió en el momento que Beth entró a mi mundo… y ahora mismo no estoy dispuesto a que ella desperdicie su vida innecesariamente… o a permanecer aquí por largo tiempo.
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Mick estaba todavía en la sala de entrevistas en donde se había reunido con su abogada. Aguardaba en silencio, pero su estado de ánimo era el de alguien visiblemente molesto. Adoptó una postura defensiva: Los codos apoyados sobre la mesa, las manos cruzadas por debajo de su mentón y los ojos entrecerrados. Había calculado unos 20 minutos desde que Simone salió del recinto y no tenía señales que alguien viniera por él. Aquella espera era algo que casi tocaba el absurdo, o tal vez era que todo parecía parte de una infeliz pesadilla.
En su creciente incomodidad, consiguió distraer su atención del calor que comenzaba a sofocarlo haciendo una cuenta mental de los sonidos que producía el segundero de un reloj de agujas que colgaba en la pared del claustrofóbico espacio en donde lo mantenían confinado, toda vez que la insonorización de las paredes del cuarto lo aislaban de cualquier ruido distinto al de aquel insistente tic tac.
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Unos minutos más tardes la puerta de la sala volvió a abrirse para mostrar al Teniente Davis
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-¡Hola Mick!- Saludó el moreno detective en cuanto enfrentó al detenido.
-Hola Carl- Respondió con desgano - ¿Eres quien va a interrogarme?-.
- Sí…- Murmuró – Bueno… ¡no!- Aclaró – Quiero decir… sólo vengo a atender la entrevista que teníamos pendiente en el caso de la señorita Lisa Shaefer – Terminó de expresarle al tiempo que hojeaba algunos papeles que sostenía entre sus manos.
- Bien- Asintió Mick más asequible.
- De cualquier manera puedes llamar a tu abogada…- Indicó haciéndole una señal para que supiera que Simone seguía afuera.
- No tengo nada que esconder Carl… me conoces – Se encogió de hombros en un gesto de desaliento- Pero, no sé… como va todo esto pienso que debe ser mejor si ella está presente, ¿no?-
- Por supuesto…- Consintió Carl intentando mantenerse dentro del estándar profesional – Pero… Mick… – El policía dio unos pasos para salvar la distancia con el joven vampiro quien permanecía sentado en torno a la mesa de interrogatorio – Beth está afuera y ha pedido verte, ¿no sé si prefieres rendir tu entrevista antes de verla o quieres que la haga pasar de una vez?… - Conforme Davis hablaba, Mick estudiaba con detenimiento los latidos de su corazón los cuales hablaban de las intenciones que escondían sus palabras – Es parte de tus derechos- Explicó- Y en lo personal, creo que no estoy en posición de oponerme a lo que escojas…- Se acomodó el nudo de su corbata y se aproximó un poco más a Mick- No entiendo el motivo de Talbot para retenerte…- Le confió saliéndose del protocolo, pero haciendo gala de su transparencia y honestidad – Así que si quieres verla, puedo dejarte unos minutos con ella y luego pasamos a tu declaración… a fin de cuentas es sólo una formalidad y viniste a darla voluntariamente… ¿no es así?-
- Sí Carl… te lo agradezco- Mick le ofreció al Teniente una sonrisa genuina.
- Entonces, la voy a hacer pasar… los dejo solos unos minutos para que hablen y luego regreso con la Señorita Walker para que terminemos lo de tu declaración - Carl organizó verbalmente los puntos de su arreglo implícito y se retiró del recinto para dejar entrar a Beth.
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Nunca temas a las sombras, ellas sólo constituyen el indicio de que en algún lugar cercano hay una luz resplandeciente.
Ruth Renkel
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- ¡Hey!- Susurró la rubia cuando iba aproximándose a Mick, quien instintivamente se puso en pie ante su presencia.
- ¡Hey!- Respondió él de forma automática.
- Siento mucho todo esto- Declaró Beth sin reservas, en el fondo, ella no podía evitar sentirse culpable por no haberse anticipado a toda esta situación.
- Escúchame Beth… tú no tienes ningún motivo para sentirte culpable… ¡Ninguno!- La confortó manteniendo para ella una sonrisa angelical.
– ¡Si que tengo culpa…!- Reconoció en un suspiro y hundió su mirada en el suelo que los separaba- Creo que te he forzado a actuar de acuerdo a nuestras normas, sin considerar por un minuto el riesgo que significaba para ti…- La voz de Beth rayaba entre frustrada y enfadada. Recordando lo dura que había sido con Mick cuando le reprochó sobre la ejecución de Emma y Jackson solamente lograba atormentarse un poco más de lo que ya estaba - ¡He sido muy incomprensiva contigo…!- Lo miro a los ojos conteniendo las lágrimas que se formaban en ellos.
- ¡Todo va a estar bien!- Extendió sus mano para tomar la de ella – No es tu culpa lo que pasa- Susurró y luego la contempló por unos momentos – No quiero que te sientas de esa manera Beth- La atrajo con suavidad hasta apretarla en un abrazo- ¿Hablaste con Josef?-.
-Sí… él está a cargo…- Contestó ella con los ojos cerrados y la cabeza hundida en el pecho de él.
-Creo que estaré aquí hasta mañana…- Le confesó Mick con un dejo de aprehensión – Me gustaría que te quedaras junto con los otros en casa de Josef –
-Prefiero quedarme en casa- Argumentó Beth.
- El Pent House no es seguro para ti estando sola- Insistió él a sabiendas que ese tipo de ideas sólo harían que Beth se mostrara más rebelde e insistente.
-Mick…- Ella intentó remedar.
- Escúchame…- La detuvo, sin dejar de hablarle en voz muy baja– Hazlo por mí… - Fue suplicante – Es bastante ya con estar aquí sin poder hacer más nada…-
-Ok…- Aceptó sin condiciones lo que él le pidió, sabiéndose incapaz de negarse a complacerlo dada la manera que escogió para hablarle - ¿Estás bien? – Levantó su mirada y en un gesto instintivo acarició el rostro de él dejándole a flor de piel la ansiedad que la agobiaba.
- ¡Sí!- Susurró, descansando su frente contra la de ella.
- Simone me dijo que no te alimentas desde ayer… ¿Cómo es posible que salieras de casa sin tomar algo?- Beth se separó un poco de él para estudiar la expresión de su rostro al responder.
- Se suponía que no demoraríamos mucho- Declaró con franqueza cerrando los ojos y dejando salir un respiro.
- ¡Dios!- Se lamentó ella – Posiblemente tengas que estar aquí por 24 horas…o un poco más… y eso no es bueno Mick…-
- Estoy bien… me puedo aguantar…- Aseguró con firmeza aunque sabía que en su condición era mejor no hacer falsos pronósticos, era claro que cualquier cosa podía pasar.
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La elocuencia de los ojos de Mick le permitía entender a Beth que por debajo de aquellas palabras serenas se filtraba la inquietud. Él tenía una gran disciplina y un probado autocontrol, pero, tal como las cosas se habían estado desarrollando a su alrededor, las posibilidades que algo saliera mal estaba latente.
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Tras un breve respiro, Beth caminó un par de pasos hacia adelante y se hundió nuevamente en los brazos de él, quien volvió a corresponderla en el abrazo.
-Mick…- Dijo ella recostada en su hombro - …Debes alimentarte-
- Lo sé Beth… - Se encogió de hombros, a falta de una mejor respuesta- … Pero no he encontrado la maquina dispensadora de sangre embotellada…- Bromeó para aligerar el humor.
-… Mick… lo que quiero decir es que tienes que hacerlo ahora… debes alimentarte de mi- Completó usando un tono susurrante.
-¡¿Qué?!- Ahora fue él quien rompió el abrazo para estudiar su rostro – ¡No Beth!- Se negó alarmado – No va a ser así, ¿entiendes?- Arrugó la frente dando la impresión de un completo desconcierto.
- ¿Prefieres entonces que lo haga alguien más?… ¿Simone?- Reclamó ella ante su clara oposición – ¿O tal vez quieras que lleguemos hasta el extremo?-
-¿De qué estás hablando?- Le exigió.
-Mira Mick… como veo la situación tenemos que evitar arriesgarte de más- Protestó sin miramientos.
-No puedo arriesgarte a ti… ¿Ok?- La sujetó por los brazos y la miró directo a los ojos.
- Confío en ti Mick… confío en ti hasta mi propia vida… pero no puedo confiar en alguien que no quiere confiar en mi… ¿puedes comprender eso?- Ahora fue ella quien suplicó mientras se aferraba a la cintura de él.
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(Mick) Estaba seguro que tras 85 años de práctica, había aprendido a mentirle a todos, excepto a mí mismo.
Aunque quisiera pensar que todo podría ir bien, tenía que aceptar que Beth estaba en lo correcto cuando decía que debíamos establecer un margen de seguridad en mi situación tan incierta, pero, la verdad era que, una vez más, me aterraba la sola idea de tener que alimentarme de ella.
Creo que si hubiese habido un diccionario a la mano y buscáramos en él el significado de las palabras: Asustado, amedrentado, confundido y atrapado, de seguro encontrarían mi foto pegada allí.
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Mick se esforzó en mantener a Beth estrecha en el abrazo para evitar que viera la expresión de su rostro que hablaba a volúmenes sobre su vulnerabilidad, pero el retraso en la respuesta de él la obligó a presionarlo aún más.
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- ¡Tú me conoces bien Mick…!- Comenzó a hablarle de forma serena y pausada-… No se trata sólo de mi sangre... si soy la mujer que dices que amas… pues mi opinión creo que debe contar para algo… - A medida que avanzaba en las palabras, el latido de su corazón se hacía más fuerte y vibrante – No quiero que hagas el papel del mártir… ni tampoco del héroe solitario que lucha contra el mundo… te quiero conmigo… aquí y ahora… lo que sea que eso signifique… ¿entiendes?-
- ¡Es peligroso Beth!- Terminó diciendo, en un intento de persuadirla.
-No tengo miedo de lo que puedas hacerme… porque sé que no vas a permitir que algo me ocurra- Le aseguró- Lo único a lo que le temo es a que no estés junto a mi-.
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Mick asintió al no encontrar alguna palabra para contrarrestar aquel firme argumento, él sabía que prefería la muerte a permitir que ella sufriera, también reconocía lo inútil que podía resultar el tratar de hacer cambiar de mente a Beth una vez que tomaba alguna decisión.
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-¿Cómo crees que podamos hacerlo?- Preguntó él dócilmente hundiendo la cara en el hombro de la mujer que amaba y quien lo mantenía envuelto entre sus brazos.
- Sólo hazlo… No tengas miedo… Confío en ti- Le dijo ella en un suave respiro, mientras exponía sobre sus labios su pálido cuello, dispuesta a comprar un poco de tiempo para él, al alimentarlo con su propia sangre.
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Todos los problemas tienen la misma raíz: El miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.
Por lo tanto, que sean estas mis últimas palabras: confío en el amor.
Rabindranath Tagore
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Simone se encontraba a las afueras del área de interrogatorios, esperando el regreso del Teniente Carl Davis, cuando notó que Benjamín Talbot caminaba en la misma dirección donde ella estaba.
Para ese momento, habían transcurrido 4 días desde que ella fue retenida en la delegación como resultado de las pesquisas por el homicidio de Dominic Michael, y era muy comprensible que mantuviera algunas reservas hacia el recién nombrado Fiscal.
A medida que el abogado se acercaba a su posición, y como si fuera parte de un guión pre orquestado, la hermosa mujer tomó asiento en una de las sillas disponibles y sacó de su portafolio su ordenador personal. A primera vista parecía que buscaba pasar desapercibida, pero su extraño comportamiento sólo sirvió para atraer aún más la atención del hombre, quien siguió directo a su encuentro.
-Señorita Walker… Nos volvemos a encontrar…- Comentó Talbot con marcado sarcasmo.
-Así parece – Refunfuñó dándole una mirada fría.
- ¿Y está aquí por…?-
- Trabajo….- Contestó dejándole saber su molestia – Pienso que últimamente en su oficina no ha habido mucho con lo cual entretenerse que les ha dado por retener a personas al azar-.
- ¿A qué se refiere? – No pudo ocultar su sorpresa ante el ataque desplegado por su colega.
-Hace un par de días fui yo y ahora lo hace con Mick St. John… ¿en la escuela de leyes no te enseñaron que para ser un buen abogado primero debes buscar las pruebas para luego retener a alguien? – Le remarcó mientras ponía su ordenador a un lado, de manera que pudiera encararlo de pie – Hasta donde yo sé, nos enseñan acerca de justicia… y de acuerdo como veo tu desempeño, tú lo único que buscas es un culpable para todo…- Lo desafió.
- ¿Qué tratas de insinuar? – Se defendió – Soy transparente en mi trabajo, cuido de no dañar las evidencias que pueden sostener un caso, no dejo a las casualidades mis investigaciones… soy muy cuidadoso con mis responsabilidades-
-Pues pareciera todo lo contrario – Murmuró retirándole la mirada – Tiene retenido a un hombre con un record intachable, no he tenido acceso al expediente en el que se supone se basa su investigación, en cambio, existen un montón de rumores acerca de unos videos que comprometen a mi cliente… ¡eso es pura basura!- Remarcó.
- ¡Cuide sus palabras! – Exigió alterando un poco el tono de su voz.
- De ninguna manera – Advirtió – ¡Cuida tú, de tus acciones!-
Mientras la discusión entre ambos abogados iba en ebullición y la atención de los presentes se establecía en ellos, la webcam del ordenador de Simone captaba las imágenes del Departamento de Policía y servía de enlace a los hacker informáticos que a través de sus equipos ingresaron a la red privada de la policía.
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Toda guerra termina en que: Sobre el cuerpo del vencido cae exhausto el cuerpo del vencedor.
Juan de la Bruyere.
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Unas pocas cuadras mas allá del Edificio de Policías, en una furgoneta que simulaba un camión de repartos a domicilio, se apostaba el cuartel general desde donde se ejecutaba el plan para desaparecer las pruebas que vinculaban a Josef y a Mick con el incidente de Emma Monaghan.
Ryder England y Logan Griffen, junto con algunos subalternos del departamento de informática de Industrias Kostan, eran parte del equipo que tenía como misión sustituir el video incriminatorio por uno previamente editado por los vampiros genios de la computación.
- Ryder… la señal del computador de Simone está llegando muy limpia, creo que podemos entrar a la red del Departamento sin ningún problema…- Comentaba Logan aún deslumbrado por el amplio despliegue tecnológico del cual disfrutaba- ¡Esto es como un juego de niños!... Me siento como si estuviera en la Unidad de Pre-Crimen de Minority Report (**) - La creciente emoción aumentaba las ansias del joven informático por concluir exitosamente con su trabajo - Si nos damos prisa creo que podremos vaciar el disco duro de Talbot en pocos minutos - Terminó de explicar Logan sin quitar la vista de la pantalla frente a sus ojos – Esta chica es buena, ¿no?-
- ¡Sí!- Respondió Ryder ampliando sus ojos – ¡Y además está muy candente!- Sonrió mirando la imagen de las piernas de la chica que se mostraban desde la cámara que estaba incorporada a su bolso de mano.
- Estoy entrando a la base de datos ahora… avísale a Simone que tiene que entretener al Fiscal todo lo que pueda – Exigió Logan mientras que Ryder se comunicaba con la chica a través de un pequeño audífono que llevaba puesto en su oído, como parte del plan.
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Beth sostenía con dificultad un vaso con agua que Mick le había acercado luego de darse cuenta que ella lucía pálida y le estaba constando mantenerse en pie. Habían pasado unos breves minutos desde que se detuvo de alimentarse de ella y aún las heridas en su cuello no terminaban de cicatrizar.
- ¿Estás bien, Beth?- Preguntó mientras intentaba mantenerla erguida, sosteniéndola por los hombros.
- Estoy bien, sólo un poco mareada - Respondió aún sin poder enfocar su vista en el rostro de él.
- ¿Crees que puedas caminar? – Insistió.
- ¡Voy a estar bien! – Contestó dándole una media sonrisa que él le devolvió – Tú… ¿Vas a estar bien? –
-No lo sé – Murmuró – No fui capaz de detenerme cuando era el momento, pude hacerte daño-
- Pero no me lo hiciste – Lo retó – Enfócate en mantener la calma aquí adentro y cuando llegue el momento hablaremos de esto, ¿Ok?-
- Ok – Asintió.
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La acalorada disputa entre los abogados, finalizó con el regresó del Teniente Davis. Sin duda alguna, la presencia del oficial había sido la única razón que los forzó a detener su discusión pública y los obligó también a recobrar la compostura.
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- Srta. Walker, ¿lista para la entrevista de St. John?- Indicó Carl en tono cortes.
- Por supuesto, si usted está listo, yo estoy lista…- Caminó para recoger sus cosas de donde las había dejado- Espero que su metodología de trabajo sea mejor que la de éste señor- Miró despectivamente al Fiscal que se mantenía próximo a ella, con las manos ocultas en los bolsillos de su pantalón.
- ¡Voy con ustedes!- Reaccionó Talbot de inmediato a las palabras de la abogada – Creo que alguien tiene que demostrar aquí como trabajan los verdaderos abogados-.
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De una forma muy hábil Simone ya había manejado la situación para que Benjamín Talbot no tuviera otra salida que acompañarles durante la entrevista, ganando así el tiempo que los informáticos necesitaban para cumplir su propósito.
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En cuanto Carl Davis, Benjamín Talbot y Simone Walker entraron al salón donde se encontraba Mick en compañía de Beth, la rubia supo que había llegado el momento de abandonar el lugar.
Al asumir la postura de pie la tez de Beth cobró una evidente lividez, una ligera capa de sudor se apoderó de su frente y su cuerpo parecía un poco tambaleante. Todos los hombres presentes –incluyendo a Mick- , se apresuraron a sostenerla para evitar que cayera al suelo.
De todos ellos, Simone fue la única que notó los círculos carmesí sobre el cuello de la ex reportera, y en un intento por cubrir las espaldas a sus amigos, se ofreció a llevar a Beth a las afueras de la sala.
- ¡Suéltenla ya…! – Exigió la abogada, apartando a los 3 hombres de los alrededores de Beth – ¡Sólo déjenla respirar!- Se aproximó a la mujer y la abrazó por la cintura para ayudarla a salir de allí- Estás un poco conmocionada…- Le aseguró a la chica mientras le daba un vistazo de reojo a Mick quien mantenía una expresión desencajada en el rostro- No es lo mismo cuando se trata de un extraño a cuando toca vivir las cosas con las personas que nos importan, ¿no es así?- Comenzó a caminar junto a Beth quien iba haciendo un esfuerzo considerable por disimular su condición.
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La mirada de Mick se cruzó con la de Talbot en una clara muestra de desafío. Ambos estaban peleando internamente por mantener la compostura, pero a juzgar por las pupilas dilatadas de Mick, el intento iba a ameritar un esfuerzo aún mayor.
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-Espero que todo esto tenga algún sentido- Mick murmuró mientras tomaba nuevamente asiento, sin retirar sus ojos del Fiscal.
-¿Comenzamos?- Talbot preguntó sin darle importancia a la amenaza que el detective privado le había proferido.
- Vamos a esperar a la Srta. Walker – Sugirió Carl tomando asiento al frente de Mick y dejando sobre la mesa las carpetas que había traído con él.
- ¿Me vas a interrogar de una vez?- Preguntó Mick al caer en cuenta que Talbot estaba en la sala y suponiendo que podría tratarse del interrogatorio y la declaración, en simultáneo.
-¡No!- Dejó salir el Fiscal una sonrisa retorcida – Mañana haremos el interrogatorio, tengo que preparar algunas notas antes…-
-De manera que tendré que pasar la noche aquí- El tono de Mick se mantuvo constante pero la tensión en su cuerpo dejaba en claro su ira.
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(Mick) No importa cuánto quieras refrenar tus instintos o cuánto te esfuerces en controlar tus deseos, parece que nadie puede lograrlo por completo. Hay algunas cosas que se convierten en una especie de Caja de Pandora: Sabemos que sucumbir ante su encanto es peligroso, pero resistirse a ellas es casi imposible. Aquí estoy yo, por ejemplo, podría haber elegido mantener segura a Beth permaneciendo a las sombras de su vida, pero en cambio, me resultó imposible alejarme…
Estaba consciente de muchas cosas, excepto, de lo difícil que iba a ser mantenernos a distancia. Acababa de alimentarme de ella y haberlo hecho me hacía entender que tarde o temprano, esto tenía que pasar. Pudimos retrasar el momento, pretender que no volvería a ocurrir, quizás pensar en cualquier otro escenario, pero era obvio que en algún momento no iban a haber muchas fuerza para aguantar.
En momentos así me pregunto quién es realmente el más fuerte entre los dos, y es entonces cuando me doy cuenta que su coraje siempre me ha superado con creces.
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Pocos minutos más tarde, Simone volvió a la sala para dar inicio a la entrevista. El Teniente Davis comenzó a formular las preguntas de rutina, ante la mirada escrutadora de Benjamín Talbot. Las respuestas de Mick iban cortas y seguras, aunque su mirada ausente traslucía la profundidad de sus pensamientos, los cuales, evidentemente, lo alejaban a kilómetros de aquel lugar.
Talbot se mantuvo callado durante el procedimiento, pero su inquietante vaivén mantenía incómoda a la abogada, quien no dejó de observarlo con atención ni por un segundo. El rostro incómodo del Fiscal le dejaba entre ver a la mujer cuán inestable se encontraba. Quizás el debate que ambos sostuvieron lo habían hecho reflexionar profundamente acerca de las verdaderas motivaciones que le hacían que retuviera en prisión al detective privado.
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El hombre superior actúa antes de hablar y después habla, conforme sus acciones.
Confucio
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Con la llegada de la noche, Beth decidió dirigirse a la residencia Kostan de acuerdo a lo que había prometido a Mick. Al llegar allí, la casa estaba en una relativa calma y a diferencia de las últimas visitas que había hecho, encontró que el ambiente era menos agobiante.
-¿Cómo te sientes?- Preguntó Simone poniéndose en pie para recibirla en la oficina de Josef.
- ¡Mejor! – Asintió Beth sin ocultar la sorpresa ante la preocupación genuina de la abogada - ¿Cómo van las cosas con Mick?- La interrogó al tiempo que dirigió su vista hasta Josef quien estaba de espaldas a las mujeres, ocupado en atender una llamada en su móvil.
- Saldrá mañana…- Sonrió Simone apacible – Ya todo el tema de los videos está resuelto – Enarcó sus cejas con un aire de Victoria.
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Ni bien había concluido la conversación entre las mujeres, cuando se escuchó como llamaban a la puerta del estudio.
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-Adelante – Autorizó Josef con un tono seco mientras dejaba su teléfono celular sobre el escritorio y le daba una sonrisa a las chicas.
- Sr. Kostan- Saludó Logan apenas mostró su rostro en el estudio, sin reparar en la presencia de las humanas- Estos son los únicos archivos que quedaron de los famosos videos – Extendió sus manos para entregar al empresario los dispositivos USB que contenían la información.
-¡Muy bien!- Contestó Josef sosteniendo una leve sonrisa en el rostro.
- ¡Señoritas!- Dijo Ryder a manera de saludo sin poder apartar sus ojos del par de mujeres dentro de la sala, las cuales se limitaron sólo a darle un guiño en respuesta – Hemos hecho el trabajo tal y cómo nos pidió, el Fiscal no tendrá nada para probar que tú o Mick estuvieron cerca de Emma Monaghan la noche de su desaparición-
- ¿Comprobaron todos los registros?- Exigió Josef con prepotencia.
- ¡Absolutamente todos!- Informó Logan con una brillante sonrisa de satisfacción – No ha quedado ni un rastro de los videos originales, es como si algo de eso jamás hubiera pasado… su memoria ha sido sustituida… Nos hemos convertido en los nuevos “Men in Black”…así que desde ahora puede llamarme Mr. G (***)- Declaró el joven vampiro con la mayor naturalidad ante la mirada molesta de Ryder - ¿Qué?... a ti te pueden llamar Mr. E y a Kostan… a Kostan le iría bien ser James Bond- Sugirió, mientras Beth dejaba salir una carcajada al notar la cara de consternación de Josef, quien permanecía en silencio frente al chico.
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Cuando un hombre ha alcanzado la libertad, sus palabras son paz y su acción es paz.
Buda
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Talbot había tenido que pasar toda la mañana atendiendo un juicio en la Corte del Distrito, por lo cual no tuvo tiempo de realizar temprano el interrogatorio a Mick.
Por otra parte, las ansias que Mick tenía de dejar atrás todo esto, hacían insignificantes las molestas horas que ya llevaba en reclusión, a momentos sentía que la desesperación por salir de ese lugar lo iba a llevar a emplear su fuerza y olvidarse de guardar las apariencias.
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Pero había algo más allá de él que siempre le recordaba la importancia de conservar la calma: Beth.
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A pesar de todos los pensamientos que inundaron su cerebro aquellas horas ociosas, había una constante que le ataba a la cordura: La necesidad de ser alguien mejor. El no podía rehuir a la realidad de su pasado lleno de altos y bajos, pero podía comprometerse a un futuro mejor, y ella le daba los suficientes ímpetus como para mantener el propósito a pesar de la desesperación.
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Pasadas las 5 de la tarde, un molesto Fiscal ordenó la liberación de St. John, sin aun haberse llevado a cabo el esperado interrogatorio, y ante el estupor de Simone y Beth, quienes se habían mantenido desde la mañana, en la sede del Departamento de Policía.
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-¿Qué está pasando Ben?- Se aproximó Beth al contrariado hombre, fingiendo preocupación e inocencia - ¿No me dirás ahora que retuviste a Mick, toda la noche en éste lugar…para nada?- Lo desafió con los ojos llenos de ira.
- Lo siento Beth…- Se encogió de hombros sin decir una palabra más, y luego se retiró dando la espalda a todos.
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Mick caminó hasta la mitad del pasillo en compañía de Carl Davis.
Para él todo seguía siendo muy confuso, pero ya tendría tiempo de averiguar qué había ocurrido, de momento sólo quería regresar a casa y olvidarse de los últimos días, aunque fuera por un momento.
Cuando vio a Beth y Simone en el vestíbulo les extendió una sonrisa y se acercó a paso lento a su encuentro. Posiblemente la visión de ambas chicas era la mejor cosa que sus ojos admiraron durante las últimas 24 horas.
Beth sostenía entre sus manos un paquete con sus efectos personales: Billetera, credenciales y su teléfono móvil, mientras que Simone le entregaba su propio teléfono para que pudiera hablar con Josef, quien aguardaba al otro lado de la línea.
La luz de la tarde se había perdido, y la noche comenzaba a plantarse en la ciudad cuando llegaron al estacionamiento para abordar el vehículo de la abogada, sin embargo, un extraño ruido tomó la atención de Mick e hizo que se alejara de las chicas.
-¿Escuchaste algo?- Interrogó a Beth con el ceño fruncido, mientras que ella negó sólo con la cabeza – Espérame aquí – Le advirtió señalándola con un dedo.
Rápidamente Mick dio la vuelta sobre el estacionamiento para encontrar a un grupo que rodeaba al Fiscal Talbot en claro gesto de amenaza. El vampiro notó al instante que los agresores eran una mezcla de humanos y vampiros, por lo que se precipitó al auxilio del indefenso abogado.
Como era de esperarse, ante la llegada de Mick la mirada de Talbot denotó, en principio, algo de consternación, sin embargo, al observar que el detective privado iba en su defensa y no en su ataque, el alivio cubrió su cara. Ambos hombres forcejearon con los atacantes y lograron reducirlos pero no atraparlos, la superioridad numérica y la imposibilidad de Mick a usar sus habilidades frente al abogado, lo llevaron a conformarse con haberlo librado de la situación.
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Pero había algo bastante raro en aquello, ¿por qué un grupo de vampiros iban a atacar a un ser humano sin hacer uso de sus facultades sobrehumanas?.
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Beth se sentía incomoda con la espera y ya había arrastrado a Simone por todo el estacionamiento, con el propósito de encontrar a Mick, justo cuando vieron venir a Talbot en su vehículo, teniendo como co-piloto a Mick, las mujeres se miraron la una a la otra en total confusión, pero decidieron ahorrarse las preguntas. La ropa sucia y rasgada de Ben y la actitud de Mick, les permitieron ver lo que allí había sucedido.
Talbot se despidió de Mick asintiendo y ofreció a Beth una sonrisa avergonzada, mientras que Simone se dio la vuelta de regreso hasta su vehículo estacionado.
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Cuando se habla de estar enamorado como un loco se exagera; en general, se está enamorado como un tonto.
Noel Clarasó
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Mick se mantuvo callado desde su último encuentro con Talbot, mientras Beth sólo lo observaba a través del espejo retrovisor del auto de la abogada. En cuanto el vehículo se estacionó frente a la calzada del Edificio de departamentos, ambos descendieron dando las gracias a Simone por todo lo que los ayudó durante el par de días que iban dejando por detrás.
Habían pasado por mucho y aquello parecía que no les daba una verdadera tregua. Beth estaba agotada y Mick sentía el peso del mundo entero sobre sus hombros. Hubiera dado lo que no tenía sólo por volver a ser un ser humano normal.
En cuanto entraron al apartamento, Beth se apresuró a encender algunas luces, mientras que Mick se fue directo a buscar algo de alimento para él. Aquella noche su apartamento le parecía el cielo, después del calor y la repugnancia a la que fueron sometidos sus sentidos en las últimas horas.
Se sentó un rato en la biblioteca llevando en sus manos el segundo vaso que ingería, al tiempo que Beth caminaba escaleras arriba en busca de un baño reparador, no había mucho que decir, aun cuando sentían que tenían tanto de que hablar, pero las evasivas en ambos eran una cuestión de nunca terminar.
No pasó mucho tiempo cuando Beth descendió vistiendo ropa limpia y una renovada sonrisa en la cara. Caminó casi de puntillas hasta la cocina y sacó del refrigerador un poco de leche y vertió en un cuenco un poco de cereal. Apenas se dio cuenta cuando Mick iba de subida, sin decir ni una sola palabra, incluso, había dejado el vaso en el cual bebía sobre la mesa de centro del living.
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No era difícil adivinar que se avecinaba una noche de culpas y arrepentimientos en el vampiro y eso era más de lo que Beth podía soportar.
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Ella dio unos minutos para saber en qué iba a parar aquel rito silencioso entre ellos, y esperó con paciencia hasta escucharlo de nuevo caminar por el piso superior, había notado que subió a bañarse y también se dio cuenta en el momento que había salido del cuarto de baño. Tomó las escaleras hasta la terraza y allí lo encontró mirando la ciudad. Él comenzaba a ser un libro abierto que podría leer solo si se dejaba amar.
-¿Mejor?- Le preguntó ella guardando una corta distancia de donde estaba él.
-¡Mejor!- Volteó a verla unos segundos y regresó su vista sobre la ciudad – Mira… acerca de lo que pasó ayer…-
- No hay nada que explicar…-Lo cortó con sus palabras – Pienso que hemos avanzado mucho en esto como para volver nuestros pasos atrás- Se aproximó ella buscando que él reaccionara y la mirara.
- No puedo evitar sentirme mal- Le confesó – Por un momento pensé que había sido demasiado, que podría haber sido demasiado y que iba a ser incapaz de parar a tiempo…- Hundió su cabeza y esquivó su mirada.
- Y yo no podía imaginarme ni un minuto la posibilidad de no tenerte – Acarició su espalda arqueada – Mira…- Lo obligó a voltear para verla – Ya pasamos la etapa del monstruo… ¿cierto?- Le sonrió y él sólo elevó sus cejas antes de sonreír – Entonces, no es justo que te atormentes por cosas que ni siquiera han pasado, y posiblemente nunca pasen-
-Yo…yo siento miedo…- Bajo su mirada sintiendo una completa vergüenza.
- ¿De mi?- Le preguntó ella – ¿De querernos?- Lo abrazó – No tiene sentido –
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(Mick) Sabía que mi miedo no era más que el temor que sentía de perderla alguna vez, no podía reprimir un día más el deseo de superar las únicas barreras que nos separaban, necesitaba encontrar un equilibrio entre los dos, y su sangre dentro de mi me acariciaba por dentro, mientras todo en mi interior iba reclamando a gritos que avanzáramos un paso más.
Esa noche supe que estaba muriendo por ella, mientras ella tan sólo me quería aquí, a su lado. Por lo tanto, no iba a dejarme ganar por el control, no iba a luchar contra lo imposible, quería decirle de todas las formas posibles cuanto significa para mí.
Y eso incluía el hecho que ella fuera esa noche, parte de mí…
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Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente éstas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones.
Pablo Neruda
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Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa, limpio de todo mal.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Pablo Neruda
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REFERENCIAS:
(*) BACK UP PLAN: Película que actualmente se encuentra en etapa de producción y cuyos créditos protogónicos pertenecen a la dupla de Jennifer López y Alex O´loughlin, interpretando a sus caracteres: Zoe y Stand, respectivamente.
(**) Minority Report: Un film del Steven Spielberg (Jurassic Park, Hook, Los goonies, La terminal...) que nos presenta un mundo futuro, dónde la tecnología es la solución y la pena de nuestras vidas.
Minority Report es una película de ciencia ficción que trata sobre los problemas que podrían surgir en caso de que la policía pudiera saber qué crímenes se van a cometer antes de que sucedan. Está basada en un relato corto de Philip K. Dick, El informe de la minoría (The Minority Report). Además de lo interesante de la trama, la película muestra la forma en la que podría llegar a tener la interfaz de una computadora en el futuro, imágenes holograficas proyectadas en el aire capaz suceptibles de ser manipuladas con las manos.
(***) MEN IN BLACK: Es una película de ciencia ficción protagonizada por Tommy Lee Jones (Kevin Brown / Agente Ka) y Will Smith (James Edwards III / Agente Jota). Narra la historia de una organización secreta del que vigila la actividad alienígena en la Tierra.
El título hace referencia a los Hombres de Negro, unos personajes habituales en las teorías de la conspiración que supuestamente serían los encargados de ocultar a los ciudadanos la presencia de extraterrestres en la Tierra.
Los agentes usan gafas de sol y trajes oscuros, y aparecen en lugares de aterrizajes ovni, similarmente a los informes paranormales de los Hombres de Negro del mundo real. En lugar de intimidar o amenazar a los testigos, los agentes usan dispositivos conocidos como "Neuralizadores" para borrar los recuerdos de los testigos de lo que han visto, y reemplazar la memoria con las explicaciones más mundanas, como el gas de pantano o globos meteorológicos. Los Neuralizadores también se utilizan en los agentes que abandonan la organización por cualquier motivo. Sus gafas de sol los protegen de los efectos del aparato.
Para ser continuado
comentarios: 2
lo maximooooooo, moonlight lo maximoooooooo
wow!!! esto se pone cada vez mucho mejor. excelente la forma de hilar cada situacion y cada personaje. eres increible.
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