(V) ASIGNATURA PENDIENTE (UA de Aqui estoy yo)

FANFIC: Aqui estoy yo (UA basado en Moonlight TV Serie)

CAPITULO V: ASIGNATURA PENDIENTE -O CONOCIENDO A AGAPE, PHILOS Y EROS-

AUTORES: Mrs. Hudson & Maky (en colaboración)
GÉNERO: (Mick/Beth) Basado en Moonlight.
CATEGORÍA: no menores de 13 años (Contiene escena de contenido erótico no explícito, agradecemos tomar las previsiones del caso y si Usted se considera sensible ante éste tipo de situaciones, recomendamos tomar en cuenta la presente recomendación).
CLASIFICACIÓN: Universo Alternativo. Drama, romance, policial (con un poco de WAFF-ANGST).
PERSONAJES: Mick/Beth (OTP One-True-Pairing). Mick/Beth/Josef/Logan/Guillermo/Carl (un poco de OOC Out-Of-Character) y algunos OMC (Original Male Characters) y OFC (Original Female Characters).
ADVERTENCIA/SPOILER: Se desarrolla en el futuro, después de "Sonata".

DECLARACION:

Esta historia está basada en situaciones, argumentos y personajes creados originalmente por Trevor Munson y Ron Koslow.

Warner Bros. Television y Silver Pictures Co. son los propietarios de los Derechos sobre la serie de televisión Moonlight. No es nuestra intención vulnerar derechos de autor o de propiedad sobre ellos.

No obstante, todo el contenido que se presenta a partir del presente momento es propiedad intelectual inequívoca de sus autoras, quienes poseen todos los derechos sobre las mismas y su obra se encuentra protegida por los derechos de Propiedad Intelectual vigentes.

UBICACION TEMPORAL Y/O ESPACIAL:

Ocurre entre SONATA y el inicio de DECISIONES.

NOTAS DE LAS AUTORAS - ACLARATORIAS PARA LA LECTURA:

Esta historia es un fanfic desarrollado en un Universo Alternativo post Sonata. Sirve de enlace a la historia creada en televisión y la original de las autoras que ha sido denominada "DECISIONES", en consecuencia, AQUI ESTOY YO explican los acontecimientos descritos en el prólogo a "DECISIONES".

La historia es narrada en tercera persona, pero haciendo uso de las narraciones en 1era persona (siguiendo el espíritu de la serie en la cual está basada). El narrador en 1era persona corresponde al personaje de MICK ST. JONH y para la mejor comprensiòn hemos optado por presentar estas narraciones (equivalentes a los pensamientos internos del personaje) de la siguiente manera:

Letras en color Azul: Pensamientos de Mick St. John ( o si se tratara de la TV, esto sería su VO)
Letras en color Amarillo: Notas hechas por las autoras y que son de interés para ser tomadas en cuenta por el lector y que influyen directamente sobre el desarrollo de la trama.

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DEDICATORIA:

Dedicamos especialmente el presente Capítulo de "Aqui estoy yo" a nuestras amigas, inseparables y compañeras de aventura: Ainhoa (Lurita), Soby & Selene... Gracias por estar siempre alli!!!.

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(Mick) Cuando Beth me insistió que tomara de su sangre por segunda vez, finalmente descubrí la profundidad de lo que siento por ella.

- ¿Estás bien?- Susurró Beth a su oído animándolo a que se dejara abrazar por ella.

- Sólo estoy muy cansado- Murmuró en respuesta, dejando caer su rostro sobre el hombro femenino.

(Mick) Ya no quiero pretender que algo podría ser normal, nada entre nosotros lo es, no hay manera de deshacer lo hecho, ni de cambiar nuestras decisiones.

- Han sido muy duros para ti estos últimos días, viendo “amigos” morir, teniendo que quedarte una noche en la comisaría- Lo tomó más estrechamente en sus brazos, dejando que su corazón hablara más fuerte que su voz – Sólo quiero que no te atormentes por nada más, ¿podrías hacer eso?, ¿por mí?-

(Mick) No tiene sentido seguir caminando en círculos alrededor de lo que siento por ella, lo único que quiero es encontrar la manera de decirle todo esto.

- Estoy intentándolo…- Le aseguró dando un paso hacia atrás– Pero es muy difícil, Beth – Respiró profundo sin retirar sus ojos de aquellos que esperaban en él con insistencia – He tenido mucho tiempo para pensar…-

- ¿Para pensar?- Interrogó ella, temiendo por la respuesta.

(Mick) Hubo un tiempo en que creí que la esencia del amor era poseer al otro.

Cuando conocí a Coraline sólo podía pensar y sentir a través de ella: Lo que ella quería, lo que ella pedía.

Poco importaba lo que yo sintiera, lo que yo quisiera: Ella y sus deseos era lo único que tenía algún significado.

Llegué a pensar que la única manera de domar su pasión era convertirla en mi esposa y sin pensármelo mucho la hice mi mujer. En ese momento creí que hacía lo indicado: Un certificado que uniera nuestras vidas, para así ponerle a su cuerpo una estampa que dijera que era mía.

Pero poseer al otro no es amar.

Mick volvió a situar su vista sobre la ciudad a sus pies, pero ni sus sentidos ni sus deseos podrían abandonar a la mujer que lo acompañaba unos pasos más allá de él.

- ¿Qué pensaste Mick? – Suplicó Beth acercándose de nuevo a él.

- En quien fui, en quien soy- Comenzó a responder sin voltear a mirarla- En lo que nos hemos convertido- Su voz ronca estaba contenida por las emociones que manaban desde su interior- Pensé en mi pasado… en éste momento… en nuestro futuro- Volvió a tomar un aliento hondo y dejó cerrados los ojos mientras exhalaba – Creo que hasta el dolor debe tener un límite –

- ¡Tienes que dejarlo salir! – Susurró ella acurrucándose a su lado y haciendo que él le diera acceso a sus brazos – ¿Todo va a estar bien? – Preguntó preocupada.

- No lo sabemos – Replicó él.

- Tal vez nadie lo sabe – Murmuró ella.

De repente todo quedó envuelto por las voces sordas de aquella noche callada. El tiempo pareció detenido y cada uno volvió sobre sus propios pensamientos: Beth dio vuelta sobre sus pies para enfrentar con su mirada la ciudad que solía acompañar a Mick en sus horas de reflexión. Se dejó llevar por sus miedos: Habían tantas dudas y sentimientos no resueltos y, sorprendentemente, parecía que era imposible poderlos hablar, todo comenzaba a ser una especie de reto inalcanzable, incluso para ella que no solía darse por vencida con facilidad.

Él, por su parte, cerró sus ojos como quien ruega por un segundo de lucidez en medio del tormento, hundió su rostro en el cabello de la mujer quien permanecía de espaldas frente a él: Sintió la suavidad de su aroma, la caricia de su piel… y la abrazó con tal fuerza que toda ella pasó a formar parte de su propio cuerpo.

La calidez del abrazo y la respiración que comenzaba a hacerse irregular sacó a Beth de su letargo: Se descubrió acorralada por una lluvia de besos que inundaba su espalda, sus hombros… su cuello…

(Mick) Y a veces lo único incontrolable, es aquello en lo que pensaste que jamás podrías perder el control.

- ¡Beth!– Suspiró contra su cuello – No te muevas – Suplicó hablándole al oído – Solo quédate un momento así-

Aquella cercanía parecía haber logrado turbar todos los sentidos de él. Las voces de su conciencia se apagaban ante los gritos de la piel en completa ebullición.

- ¿Tienes prisa, Mick? – Las palabras se ahogaron entre un suspiro, al tiempo que luchaba contra el estremecimiento que recorrió por entero su cuerpo.

- ¿Quieres seguir adelante?- El aliento que salió de sus labios perforó sin piedad la piel despierta de Beth.

-¡Esa decisión no sólo está en mis manos, y lo sabes!- Advirtió con su voz entrecortada.

- Beth, ¿Recuerdas lo que me pediste?-

En cuanto enunció aquella pregunta, Mick sintió como el cuerpo de Beth se tensaba: La suavidad que dio reposo a sus ansias pasó, instantáneamente, a convertirse en una pared que volvía a separarlos. Hubo tantas cosas de las cuales hablaron, tantas preguntas que ella formuló para que luego terminaran sin respuesta, que por un instante se encontró sin saber qué necesitaba él que le dijera.

- ¿Qué te pedí? – Ella lo enfrentó con una mirada de paz que contrastaba con la tensión que transmitía cada milímetro de su piel.

- ¡Me pediste que no tardara tanto tiempo! – Respondió con sencillez, como si todo aquello no se tratara más que de una afirmación de lo obvio. Luego le sonrió y la atrajo sobre sí con un suave balanceo – Dijiste que yo tendría toda la eternidad, pero tú no – La recorrió con la mirada y continuó llenándola con sus besos.

(Mick) Algunas veces es más fácil callar y renunciar, que enfrentarse y avanzar. Estoy preparado para continuar, y soy consciente que a partir de aquí ya nada será seguro, pero aún así, no me importa admitir ante ella lo mucho que la necesito.

- ¡Pero tenemos tiempo!, todo el tiempo que queramos- Dijo Beth rompiendo un beso y mirando al fondo de aquellos extraordinarios ojos verdiazul.

- ¿Quieres que me detenga? – La expresión en él parecía la de alguien que recién había salido de un trance. Le devolvió la mirada profunda a sus ojos de cielo y acarició con sus manos el rostro de terciopelo – No voy a forzarte a nada, Beth – Le aseguró – No podría…-

- ¡Lo sé! – Ella decidió interponerse para que él no pudiera terminar aquella frase - No siento que me obligas - Susurró ella mientras lo vio cerrar sus ojos a la realidad- Yo nada más quiero decir…- Reaccionó a aquel gesto de evasión de él acunándole el rostro con ambas manos. Guardó unos segundos de silencio y recorrió con sus dedos los labios que minutos antes amenazaban con comerse su piel con besos insistentes. Labios cerrados que ahora parecían reducidos a un incierto- ¡Yo sólo sé que estas temblando!- Lo acercó con precisión sobre su boca hasta asentarle un suave beso- Mick… es que sólo puedo sentir como tiemblas - Repitió sobre sus labios, con los ojos cerrados, dejándose llevar por su impaciencia hasta un abrazo compartido.

(Mick) Casi siempre buscamos hacer las cosas bien: Llamémoslo cobardía o precaución. Pero ahora, no puedo rehuir a todo esto. Lo único que importa es que estamos juntos. Seguir conteniéndonos es como llevar este amor al límite entre el desvarío y la desesperación, y en este instante no tengo fuerzas para aguantar un día más.

Caminaron en silencio, con un andar interrumpido por besos, caricias suaves, sentimientos expuestos y deseos reales que lograban superarlos. Su pasión iba mostrándose libre y pura, como puro era su amor… Concentrados en los mimos y las atenciones mutuas, ninguno pareció darse cuenta de cómo fue a parar toda la ropa sobre el suelo.

(Mick) Todo me dice que estamos a punto de tomar una decisión equivocada, pero ¡al diablo con la razón!, hay veces que el mundo no te da otra oportunidad y si no puedes verla cuando se presenta, estas destinado a fracasar.

Lo único que he deseado siempre es encontrar un camino que seguir, y alguien con quien compartirlo, y mi búsqueda no me había llevado a ningún lugar:

Hasta que la encontré.

Y ahora que está conmigo no tengo voluntad para resistir la fuerza de nuestros sentimientos. El amor es el lado brillante de la vida y Beth para mi es el amor, no necesito entender nada más

Y aquella noche de luna creciente, no hubo un lecho nupcial, ni tampoco una cama de rosas. Se trató de un sofá de piel en el medio de un salón escasamente iluminado cuando el amor fue razón suficiente para cambiar por completo sus existencias: Él ya no era el inmortal indomable e incapaz de abrir su alma al mundo, ni ella la mujer que escucha las confesiones, la que consuela, la que entiende y lo libera.

Esa noche sólo eran un hombre y una mujer que se deseaban, se amaban y se daban a sí mismos de una forma total: Él rogó por sus besos y sus caricias; por su entrega y por tenerla como una parte de su propio ser… Ella le pidió que la tocase, que descubriera con el suyo su cuerpo, hasta el límite de reunirse en una sola piel.

Él provocó sus suspiros, sus gemidos, sus lágrimas y su deseo… Ella llenó su mundo, sus sentidos, cada espacio de él: Borrando las nociones de la vida y la muerte, la eternidad y la soledad, la tristeza y el desconcierto…

Sus dedos se entrelazaban a cortos momentos y se separaban sólo para explorarse: Él trazó un camino de besos y caricias sobre las suaves colinas del pecho de la mujer que tanto veneraba, se paseó por el valle de su vientre, hasta alcanzar la calidez que esconden sus piernas… Ella recorrió su espalda y sus hombros, sintiéndolo estremecer, oyendo sus gemidos como un eco de los que exhalan sus labios, acariciando su cuello, entregada por completo a la comunión de sus almas y volviendo a sentir como los espasmos la recorrieron de la cabeza a los pies… Sin saber si se trató de ella o se trataba de él.

Sus cuerpos que aún no eran uno, se entendían a la perfección y hablaban el mismo lenguaje: El lenguaje del amor. Sus espíritus llegaron a un acuerdo al que nunca hubiesen llegado de continuar escuchando a la voz de la conciencia… y estaban cerca del final de la peregrinación que empezaron la noche que se reencontraron.

Las manos de él subieron por última vez, rompiendo las caricias, haciendo una pausa antes de intentar avanzar un paso más. Sus ojos se reunieron en un diálogo sin palabras, consintiendo cada momento que faltaba por llegar… y los labios unidos en un beso despejaron cualquier duda que quedara por derribar… Los latidos de su corazón decían sí y él se atrevió a seguir…

Estaban listos para amarse: Ahora, sin temor y sin reservas…

Y lo profano se hizo sagrado… habían pasado juntos a través del dolor: El necesario para temer perderse, el suficiente como para reflexionar… y en ese justo momento todo en ellos sólo clamaba por una recompensa, un instante único donde encontrar su propio camino a la felicidad.

Y esa noche se encontraron con el amor por primera vez… Su primera vez.

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Título: AQUÍ ESTOY YO
Parte V: ASIGNATURA PENDIENTE -O CONOCIENDO A AGAPE, PHILOS Y EROS-
Por: Mrs. Hudson & Maky

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ACTO PRIMERO:
EL ENCUENTRO CON AGAPE
-EL AMOR ALTRUISTA, QUE NO PIENSA EN SI MISMO SINO EN LOS DEMAS-

Agapē (en griego αγάπη) es el término griego para describir un tipo de amor incondicional y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta sólo el bien del ser amado. Ágape valora los intereses y emociones de los demás por encima de los suyos propios.

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A veces es necesario darse el lujo de correr algunos riesgos: Sólo entendemos a la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado .

Anónimo

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Eran aproximadamente las 2 de la tarde cuando Benjamín Talbot se dispuso a materializar la decisión que minutos antes tomó. Pasó la noche anterior analizando los pros y los contras de su situación y empezaba a entender que las opciones se reducían a una sola cosa: Necesitaba saber la verdad, solo eso.

En primer lugar había sido manipulado, luego fue burlado y finalmente, intimidado. Alguien buscaba algo de él… pero ¿qué? ¿Comprometer su destino?, ¿arrastrar su carrera al abismo?, ¿hacerlo parecer un incompetente?… ¡No!

Tal vez Simone Walker tenía razón cuando le hacía ver que había tomado decisiones erradas, quizás esto no era más que un ardid para destruir su brillante labor como asistente del Fiscal de Distrito… y Ben Talbot era un hombre intachable, buscaba la justicia, la verdad, no permitiría ser tratado como un títere. No quería ser carne de cañón… y ¡No, definitivamente no!, éste juego mental no era su entretenimiento favorito. Así que él estaba dispuesto a llegar al fondo de todo este acertijo, y haría lo que fuera necesario para descubrir lo que estaba pasando a su alrededor: Al precio que sea.

Se detuvo frente a la puerta, justo antes de golpear. Dudó de nuevo, pero no se movió más que un par de pasos hacia atrás. Tomó su móvil desde el bolsillo de su traje e intentó comunicarse de nuevo, pero la llamada fue a parar en la contestadora… ¡una vez más!

La desesperación estaba haciendo mella en su cabeza, y por fin se decidió a tocar.

- ¿Talbot?- Murmuró Mick visiblemente desconcertado en cuanto abrió la puerta de su oficina. Su expresión relajada iba de la mano con la ropa que vestía: Estaba descalzo, con una remera blanca y su pantalón para ejercitarse. A juzgar por la cara que tenía, el detective acababa de salir de la cama y era evidente que la última persona que esperaba encontrarse al otro lado de la puerta era al joven abogado.

- Lo siento si te he despertado…- Ofreció Benjamín Talbot sin esconder su incomodidad – He intentado llamar a Beth durante toda la mañana, pero no logro dar con ella: Su teléfono móvil está apagado y tampoco tuve suerte con su departamento – Explicaba desde el pasillo, toda vez que Mick no se apartaba de la puerta para darle entrada a su oficina – He llamado al número que tengo de su casa e incluso fui hasta allí…-

-¡Ella durmió conmigo!- Lo interrumpió Mick indolente, cruzando sus brazos sobre su pecho- De hecho… aún duerme – Aseguró - ¿Quieres hablar con ella?-

- ¡Sí!- Asintió Talbot –Pero también quisiera hablar contigo…- Murmuró con un poco de dificultad- Si no es problema… sólo hablar- Levantó su manó para enfatizar.

Tras estas últimas palabras, Mick se quedó estático, apoyado al marco de la puerta. La expresión en su mirada era un reflejo de su disertación interna.

(Mick) ¡Demonios!.

Estaba intentando decidir entre dejar pasar al abogado o rehusarse a su solicitud, a fin de cuentas la situación entre ellos no estaba fluyendo en el terreno de la cortesía desde el mismo momento en que fueron presentados.

- ¡Entra!- Finalmente ganó en su lucha interna el lado racional de su cerebro - toma asiento- lo invitó a regañadientes, al tiempo que se hizo a un lado de la puerta dejando entrar a Ben hasta su despacho - Por favor…- señaló en dirección al escritorio frente a ellos- tendrás que darme unos minutos para despertar a Beth… -

- ¡Entiendo! – Respondió Talbot apresurándose a tomar puesto en una de las butacas para visitantes– Agradezco que me atiendas… quiero decir… luego de…-

- ¡No hay problema!- Replicó Mick con una leve sonrisa – Solo danos unos minutos para cambiarnos y ya estamos aquí-

Aunque a Mick no le hacía feliz la idea de dejar a Benjamín Talbot solo en su oficina, confiaba en que los incidentes de los últimos días fueran razón suficiente como para que el abogado respetara a cabalidad su espacio personal. De una manera u otra, el hecho de que el Fiscal estuviera allí era una tácita oferta de paz que podría estar presentándose.

O por lo menos, así parecía ser.

Los latidos del corazón y la angustia que Ben transpiraba no tenían mucho que ver con la necesidad de voltear un poco más la existencia del detective, esa visita, más bien se sentía, como un pedido de auxilio.

- Beth…- Mick susurró suavemente contra la mejilla de la rubia acurrucada entre las sábanas – Beth, despiértate…-

- ¿Qué hora es? – Lo miró ella con un dejo de desconcierto en sus ojos azules, mientras se incorporaba cubriendo con las mantas su desnudez.

- Un poco más de las 2- Se sentó a su lado para examinarla de cerca - ¿Cómo te sientes? –

-¡Estoy bien! – Le aseguró ella con una sonrisa – ¿Por qué me despiertas?- Se quejó sin apartar su mirada de la de él.

- Lo siento- Contestó él mientras observaba con atención las cicatrices ya sanas en el cuello de la mujer – Te hubiese dejado dormir toda la tarde- Continuó explicando en tanto apartaba un poco la sábana con la cual se cubría ella, para comprobar por sí mismo cómo comenzaban a curarse las dos pequeñas punciones que la noche anterior él había hecho cerca del corazón de la rubia – Pero tu jefe vino a vernos…-

-¿Ben está aquí?- La chica contuvo su respiración en vergüenza y sujetó la sábana contra su cuerpo apartando de sus senos las manos de él- Dime que no lo dejaste pasar y que no me ha visto desnuda- Volteó a mirar a todos lados para asegurarse que su jefe no estaba cerca-¿Mick?-

- ¡Anda a vestirte! – Sonrió él haciéndole un gesto en dirección a su despacho, al otro extremo del Pent House– ¡Tu jefe está en mi oficina…!- Se puso de pie y le lanzó a la cara la ropa que estaba regada por el suelo, cerca del sofá que usaban como lecho.

- ¡Basta!- Lo miró haciéndose la molesta - ¡Deberías cambiarte también! – Lo reprendió dándole un vistazo al atuendo que llevaba él.

-¡Vístete y regresa!- Sugirió él – Voy a poner un poco de café – Siguió en dirección a la cocina en cuanto Beth se las arreglaba para envolverse por completo con la manta y cargar con los despojos de la ropa de los dos que aun permanecía en desorden por el piso del Living- Te espero con Talbot hasta que vengas, luego subo a vestirme…-


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Yo defendería la ley, aunque no fuera más que para protegerme de mi mismo.

Thomas Moore

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-¡Estoy impresionada Sir Thomas! – Declaró la joven abogada - Me encantaría haberlo conocido cuando me tocó analizar “Utopía”(*)-

- ¿Utopía Simone? La felicidad plena es una utopía, la justicia también lo es y la convivencia armónica de nuestras especies, parece ser otra de las grandes utopías del mundo – Resopló el anciano caminando unos pasos por delante de la mujer.

- ¿Y cómo es que usted y Josef se convirtieron en amigos?- La abogada sacudió su cabeza desconcertada – ¡Son tan distintos!, usted es el ejemplo del equilibrio y Josef el ejemplo de la desigualdad- Aseguró.

-¿Nunca escuchaste decir que los extremos se tocan?- Volteó su cara para mirar directamente a los ojos a la hermosa joven – Igualdad, desigualdad, santidad y maldad son conceptos relativos-

-¡Todo es una “Utopía”!- Subrayó ella.

-¡Así es!- Consintió él – El Vaticano me hizo un “Santo” y mi existencia no es santa en lo absoluto… Fui un hombre que luchó por sus ideales hasta hacerme muy viejo y cuando estaba en el cenit de mis días fui condenado a muerte por negarme a dar la espalda a la iglesia en la cual confié mis principios, en ese momento creía que la vida de un hombre valía lo mismo que la fuerza con la que defendía sus ideales… La vida es efímera Simone, y cuando desaparecemos del mundo sólo quedará para la memoria de todos las cosas que dejamos atrás-

- Entiendo lo que quiere decir…- Asintió Simone quien escuchaba atenta la explicación del antiguo vampiro – No debió ser fácil tener que decidir entre seguir al Rey de Inglaterra y negar la iglesia del Vaticano, o mantenerse fiel a su devoción y perder la vida-

-Y decidí perder la vida y continuar leal a mi fe- Confirmó antes de iniciar su caminata por el aeropuerto de LAX- ¡La lealtad es una virtud!- Recalcó elevando un dedo para enfatizar- Yo no fui muy virtuoso cuando humano, pero ciertamente fui fiel a mis creencias… ¡Y no me hubiera convertido en lo que soy, de no haberme topado con mi Padre en las mazmorras donde esperaba mi ejecución!-

-Desde que lo conocí tuve esa duda Sir Thomas- Admitió la abogada - ¿Cómo es que un hombre de fe pudo convertirse en…- Simone volteó a mirar para asegurarse que nadie podría escucharla- en vampiro… y escapar de una decapitación-

-Estamos hablando del Medioevo Simone… No habían pruebas de ADN, ni huellas digitales…- Le recordó – La justicia era injusta, tanto o más de lo que hoy en día es, y las ejecuciones no tenían tanto celo como ahora… Era algo más que sed de sangre-

-A veces pienso que entre humanos y vampiros no hay mucha diferencia-

-Y estás en lo cierto- Dobló a un pasillo que lo conducía a la sala VIP de la terminal privada del aeropuerto – La noche antes de mi ejecución, un “buen samaritano” me llevó mi última comida y con ella la posibilidad de cambiar mi destino… Él pensaba que alguien que tuviera mis ideales no debía morir por tamaño absurdo-

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Estar preparado para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz.

G. Washington

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Mientras esto ocurría en el aeropuerto de la ciudad, en la oficina de Mick St. Jhon

- Entonces Ben…- Beth caminó unos pasos para enfocar su atención sobre el ordenador portátil de su jefe, quien permanecía sentado en una de las butacas de la oficina privada de Mick- Lo que estás diciéndonos es que ésta mañana, un grupo no identificado tomó como rehenes a los miembros de un equipo de Futbol de la universidad- Acercó su rostro para examinar la pantalla y luego giró hasta enfrentar el rostro de Mick- Uno de los equipos administrados por Emma y Jackson Monaghan – puntualizó la rubia.

- ¡Y hay 3 chicos muertos Beth!- Completó el abogado.

- Y las victimas… ¿fueron identificadas?- Murmuró Mick quien seguía con disgusto el reporte a través de la pantalla de su propio ordenador.

- Medicatura forense nos envió estos registros hace apenas un rato- Ben entregó a Beth una carpeta identificada con el distintivo de la Morgue del Distrito, para que ella se la acercara a Mick- Tenemos a 2 víctimas femeninas, ambas muertas por impacto de bala y una víctima masculina muerto por traumatismo a nivel del cuello-

- ¿Decapitación?- Concluyó Mick.

-¡Decapitación! – Asintió Talbot – La segunda víctima de este tipo en menos de cinco días. Podemos empezar a pensar en un asesino serial…- explicó el abogado de acuerdo a su experiencia – tiene una victimología precisa y la decapitación parece ser su firma… un Modus Operandi bien definido-

- Allison Green, Pamela Mathew y Anthony Gambino…- Leyó Beth en voz alta

- ¿Las victimas?- interrogó Mick a la rubia, en busca de confirmación.

- ¡Léelo tú mismo!- Dejó caer en las manos del detective la carpeta.

(Mick) Hay cosas que por evidentes no necesitan explicación: Anthony Gambino, era un deportista destacado colegiado éste semestre en el Hearts… pero también fue un vampiro que me doblaba en antigüedad. Lo conocí hace más de 20 años en una de las fiestas en casa de Josef… En sus eternos 19 vivía más que feliz… La inmadurez perpetua… Atrapado, pero satisfecho, dos conceptos que no caben juntos dentro de mis creencias pero que a él le funcionaban bastante bien…

Pamela y Allison… ellas sólo son un par de freshies que estuvieron en el lugar y momento equivocados…

La muerte de Gambino no es más que la crónica anunciada de lo que está ocurriendo alrededor de todos nosotros. Él estaba en la lista y lo único que puedo concluir hasta el momento es que el orden no importa. La sentencia de ejecución de nuestra especie ha sido dada… Emma ha sido Juez y Jurado, sólo queda descubrir quién ocupa el lugar del verdugo y qué precio tendremos que pagar antes de detener éste baño de sangre.

- ¿St. John…?- El tono de voz grave del Fiscal hizo que Mick volviera la atención al presente.

-¿Decías?- El detective sacudió la cabeza tratando de alejar a sus demonios e intentar concentrarse en lo que le pedía Ben Talbot.

- ¿Aceptas hacer esta investigación para mí?- La serenidad en la voz del abogado se apagaba en un dejo de ansiedad – No quiero que esta versión retorcida del Ku Klux Clan acabe con la ciudad…- Remedó mientras abría su maletín y sacaba un sobre oscuro que desplegó frente al detective y la ex reportera- Alguien está llevando esto al borde de la locura - informó con una voz firme y decidida – tengo esta lista en mi poder desde hace unos días e intenté encontrar una relación, cualquier clase de conexión entre los nombres, pero no existe lógica posible-

Mick y Beth cruzaron una mirada de sorpresa ante la revelación inesperada que les hacía Ben Talbot.

(Mick): Por supuesto… son todos los vampiros en la ciudad y desde que somos nada más que un mito, no creo que el fiscal de distrito pueda lograr la relación entre los nombres.

La situación que era de por sí alarmante tomaba matices más agudos si se suponía el enfoque de la atención del fiscal sobre la comunidad, a pesar de encontrarse del mismo lado, o al menos, cuando daban la impresión de trabajar juntos.

- ¿Qué quieres con esto Talbot?- Preguntó Mick mientras daba revista al último documento expuesto por su interlocutor.

-¡Tu nombre está en la lista!- Aseveró Ben intentando capturar la atención de Mick.

-¿Dónde? – Se apresuró Beth sobre el hombro del vampiro mientras aparentaba un desconocimiento pleno de lo que allí se hablaba.

-Justo al pie de la última página- Indicó Talbot sin mayores explicaciones.

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Si no te ha sorprendido nada extraño durante el día, es que no ha habido día.

John Archibald

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- ¡Bienvenidos a América! – Declaró Sir Thomas mientras extendía la mano a uno de sus interlocutores en la sala preferencial del aeropuerto de la ciudad – espero que su viaje resultara... tranquilo- finalizó en un tono cortés.

- ¡Dejemos el protocolo Thomas! – Replicó de inmediato un hombre en traje oscuro y gafas de sol, quien hizo su paso directo hacia la puerta de salida, dejando extendida la mano que se le ofrecía – vamos a lo que vinimos – exigió- todos sabemos lo que pasa cada vez que a alguno le revive el complejo de Van Helsing- se mofó sacudiendo sus manos en el aire - este no es, precisamente, un viaje de placer- era imposible no percibir el acento europeo en cada palabra que se escurría de los labios de aquel enigmático visitante – He venido por el llamado de Kostan y por encontrarte de por medio tú…- siguió presuroso por el camino hasta las limusinas que le esperaban parqueadas en un área de seguridad que todos conocían.

- Sabes que esto no se trata de unos cazadores comunes, éstos tienen un propósito muy específico-

-¡Claro, quieren la cabeza de mi querido cuñado!- el misterioso visitante se dio la vuelta para mirar a los ojos a Sir Thomas- Como humano: crédulo y estúpido, como vampiro: débil y confuso. Yendo de mal a peor, no merece estar en nuestro linaje… Y ahora tenemos que participar en esto a causa de su ambivalencia y su ignorancia.

- Esto no va a ser nada fácil- refunfuñó Sir Thomas en el más bajo aliento.

- Si Josef confía en él… ¡Tiene que funcionar! – lo animó Simone, quien permanecía muy cerca de Moore.

- Dudo que Kostan confíe en mi muñeca – aseguró el hombre sin inmutarse en su andar, pero haciendo alarde de su perfecta audiencia – pero de lo que sí estoy seguro es que Kostan no es dado a los pedidos de ayuda, a menos que sean realmente necesarios para la comunidad, y entiendo que esto comienza a notarse entre los humanos… - Se quejó con arrogante actitud – Y para complemento, también está metido el nombre de mi imprudente hermana en la mitad de este asunto… -

- ¿Olvidas que también me debes un par de favores, Lance? - Completó Sir Thomas quien había logrado equipararle el paso a su acompañante.

- ¡Y si estoy aquí es precisamente por eso, estoy dispuesto a saldar mis deudas! – asintió en reconocimiento ante el antiguo vampiro – Tú sacaste de Europa a mi hermana – volteó su mirada para comprobar a la escultural fémina de cabello oscuro que le seguía de cerca – y la protegiste de las matanzas cuando el clan no podía darse el lujo de cuidar de nuestra única hembra -

- Sabes que Coraline fue para mí como una hija – Sir Thomas miró de soslayo a la aludida mientras hablaba– pero sabes que no apruebo la costumbre de hacer conversiones inconsultas… - reprendió inmutable y luego dirigió su rostro sobre el Simone, en busca de comprensión.

- Agradezco si no es ventilada mi vida personal delante de los subalternos de Josef – exigió la vampiresa elegantemente vestida en un traje gris de dos piezas que se ajustaban perfectamente sobre sus delicadas curvas.

- Si por “subalternos” te refieres al personal de confianza de Josef Kostan- Simone detuvo su paso para enfrentar desafiante a la otra mujer presente – debo suponer que no quieres que se mencione tu pasado en mi presencia-

- Simone… - intervino Sir Thomas – no es la manera, ni el momento – aseguró.

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No pocas veces ya he dicho adiós; conozco las horas desgarradoras de la despedida.

F. Nietzsche

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- ¡Demonios Ryder! – El puño cerrado que golpeó sobre la lisa superficie de caoba hizo caer al suelo el jarro de cristal teñido de sangre- Mi orden fue clara, quiero que todos… – la voz gutural y los ojos conversos que destellaban en plata se fijaban en las pupilas dilatadas de su interlocutor – quiero que to-da la tribu sea localizada y cuidadosamente vigilada… ¿He sido claro?-

- Muy claro Señor- asintió sin atreverse a abandonar los ojos enfurecidos de quien impartía las instrucciones.

- Pues no parece que haya quedado muy claro- los dientes apretados y la irritación, apenas permitieron que las palabras fueran audibles, incluso para el más joven de los vampiros en el salón- ¡Gambino! ¡Gambino! Está en todos los titulares…- señaló- Hermosa foto ¿no?- sostuvo en alto un ejemplar del periódico matutino donde aparecía la foto del último vampiro decapitado en la zona- Podríamos usarla para el anuario de Hearts, ¿eh?- Kostan se dejó caer en su asiento no sin antes lanzar por el aire el diario.

- No pudimos intervenir su móvil y su GPS también fue saboteado- explicó detalladamente el genio informático- No hubo manera de contactarlo-

-¡Excusas!- sentenció Josef – tenemos la lista, sabemos cuáles son las prioridades de estos asesinos y sin embargo vamos un paso por detrás…- Argumentó decidido – Deben hacer lo que tengan que hacer, no toleraré un asesinato más, si esta guerra no para en las próximas horas, yo mismo cortaré las cabezas de todo tu equipo – England se ajustó el cuello de su camisa consciente de la verdad en aquellas palabras – Incluyendo la tuya- levantó un dedo para acentuar la gravedad de sus palabras

- Sí Señor-
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La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.

Aristóteles

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Mick permaneció de pie en el pasillo mientras Ben Talbot y Beth Turner desaparecían tras las puertas del ascensor. Caminó lentamente por el interior del Pent House manteniendo en su mente las imágenes que Talbot acababa de mostrarle, la lista de vampiros y las palabras del abogado.

(Flashback)
(Voz de Talbot) -¡Tu nombre está en la lista!-
(Voz de Beth) -¿Dónde?-
(Voz de Talbot) -Justo al pie de la última página-

(Mick) ¿Qué sentido tiene todo esto que está pasando?, si Emma quiere vengarse de mí y de Beth ¿para qué exponer a toda nuestra especie? y ¿para qué quiere involucrar a Talbot? No sé que puede ganar acabando con todos sin discriminar. No voy a permitir que Beth forme parte de esas bajas.

De pie frente a la mesa de la cocina, Mick fue consumido por sus meditaciones más profundas: Su cabeza levemente inclinada mientras mantenía sus brazos cruzados por delante de él, una mano cubriendo la boca y sus nudillos golpeando el labio superior.

(Mick) Podría no terminar bien, si no logramos detener ésta guerra, quizás la única salida sea que la comunidad tenga que trasladarse, mientras puedan.


Comenzó a caminar en dirección al piso superior cuando sus agudos sentidos le permitieron escuchar la ráfaga de disparos provenientes de la calle. Se quedó paralizado intentando ordenar sus ideas, hasta que instintivamente algo surgió desde su interior

(Mick) ¡Beth!

E inmediatamente inició una estrepitosa carrera hacia las afueras de la avenida Drexel en dirección a aquel ataque.

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Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.

Sun Tzu

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- Ben…Ben- Los ojos azules abiertos como platos escrutaban el rosto sudoroso del joven fiscal, quien yacía detrás de su sedán oscuro parqueado a un lado de la avenida frente al condominio donde tenía su apartamento Mick -¿estás bien?- las manos de Beth inspeccionaron la herida antes de regresar su vista en dirección de los pistoleros.

- Estoy bien Beth, no te arriesgues- exigió precavido en tanto las detonaciones continuas hacían difícil hablar- Estamos a plena luz del día, ya pronto estará aquí la policía-

- ¡Eso espero!- recitó Beth mirando a la calle que en pocos segundos se había convertido en un caos.

-¡Beth!- la voz de Mick se escuchó fuerte a los oídos del fiscal, quien no tuvo oportunidad si quiera de notar cómo aquel hombre pudo llegar tan rápidamente a su encuentro.

- ¡Estoy bien!- murmuró ella volviendo sus ojos sobre Talbot – Es Ben…-

El alboroto entre los transeúntes era incómodo y los cristales rotos brillaban sobre la acera y el asfalto.

- ¡Llévalo dentro!- Ordenó el vampiro haciendo un gesto con la mano a la rubia, una vez asegurado el perímetro – ¡Ve, súbelo!- repitió alejándose unos metros en dirección a la calle.

Con la presencia de Mick en las afueras del edificio, los disparos cesaron casi de manera automática, y tras el chirrido agudo de las llantas, los tiradores escaparon a toda prisa en una camioneta cerrada que parecía un inofensivo camión de repartos.

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La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar.

Sun Petrus Jacobus Joubert

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- No lo sé Carl, acabábamos de salir del lobby en dirección al auto de Ben cuando comenzaron a venir los disparos sobre nosotros- Beth explicaba sentada en un extremo de la mesa frente a la biblioteca angular del departamento de Mick.

-¡Todo pasó muy rápido!- complementó Ben quien estaba siendo revisado por uno de los paramédicos que llegaron junto a los equipos de respuesta del departamento de policía – sólo pudimos quedarnos en el suelo a esperar que terminara, de una manera u otra-

- ¿Y qué hiciste tú Beth?- Insistió Davis

- Lo que haría cualquiera, supongo…- Tomó un trago del té que humeaba en la taza fuertemente trabada entre sus manos – Me quede en el suelo con Ben hasta que vi a Mick y pudimos entrar a salvo-

- Muy bien… revisemos- murmuró el oficial releyendo sus notas- Ustedes estuvieron reunidos en la oficina de St. John, luego se retiran y al salir del edificio se produce la ráfaga de disparos, por… - Carl levantó la mirada analizando los rostros de sus interlocutores y volvió sobre sus apuntes- un tiempo indefinido, luego apareció en el lugar St. John, justo cuando se detienen los disparos y entran a resguardo-

-¡Sí!- aseguró Ben moviéndose un poco en un gesto de dolor debido a la herida de bala que perforó limpiamente su hombro – Claramente los disparos venían contra mía-

-Eso es un hecho Ben- Acotó Carl confiando en su experiencia – Hemos visto los videos de vigilancia del departamento y notamos que anoche un grupo te intentó asaltar en el estacionamiento- Aquella era una pregunta directa que necesitaba respuesta – vimos que St. John intervino en tu rescate – apuntó con el dedo a Mick y volvió la mirada en dirección al fiscal - ¿Por qué no reportaste el incidente?-

-En mi trabajo se hacen muchos enemigos Davis- aceptó resignadamente el abogado – Pasé el día entero en el juzgado y supongo que haber obtenido una condena no siempre es bien recibido por ciertos grupos-

- ¿Cómo llegaste a ayudarlo Mick?- se dirigió ahora al detective privado

- Solo creí escuchar algo, en mi trabajo logras desarrollar ciertos instintos- El vampiro caminó unos pasos desde el lavabo de la cocina donde había estado limpiándose luego de atender la herida de Talbot y se unió a Beth en la mesa del estudio- Sólo hice caso a una corazonada y me topé con Ben y esos tipos- Arrimó una silla para sentarse junto a la mujer.

- ¡Esto es una locura!- Refunfuñó Ben – Alguien me está siguiendo y no creo que sea para invitarme a salir – se rió amargamente.

- Tendremos que asignarte algunos guardaespaldas- El teniente tomó su teléfono móvil para ordenar a un grupo de protección sobre el fiscal.

- Volvemos a los guardaespaldas…- se quejó Beth mirando a Mick directo a los ojos.

- Todo va a estar bien- la consoló Mick desviando la mirada de la chica

- ¿Cómo puedes estar tan seguro?- exigió dejando la taza sobre la mesa para tomar las manos del vampiro sentado a su lado – ¿Escuchaste a Carl? ¡La situación es muy grave Mick!- le recordó – Anoche en el departamento, hoy frente al edificio… no sabemos cómo saldrán las cosas…- los ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas y el latido del corazón corría dentro del pecho para volver vacilantes las palabras- Con Josh…-

- No va a pasar algo así Beth…- él no iba a permitirle recordar el incidente de su antiguo novio, sabía cuánto le dolía a ella y también conocía como lo afectaba a él esa misma memoria – yo no digo que la situación no sea grave, sólo puedo decir que nadie va a salir lastimado, ¿ok? – prometió a susurros.

Ninguno de los presentes pudo mantenerse ajeno al intercambio entre el detective y la ex reportera, resultaba en un secreto a voces que la relación de ambos era más estrecha de lo que se permitían admitir en público.

- Tenemos que despejar el área para salir a salvo de aquí- La voz de Carl Davis se alzó por encima del silencio imperturbable del pent house rompiendo el encanto de la conversación de Mick y Beth – Mick, ¿podrías acompañarnos al sótano para salir desde allí en los vehículos con los guardaespaldas?-

-Por supuesto- asintió- podemos bajar por el ascensor de servicio- sugirió al tiempo que se ponía en pie sin abandonar las manos de Beth – ¿Vamos?- hizo un gesto con el rostro para invitarla a unírsele.

- ¿Vendrás al departamento de policía conmigo o prefieres que nos comuniquemos online?- Pidió Ben a su rubia asistente en tanto terminaba de cerrar los botones de su camisa ensangrentada.

- ¡Ve con él!- Sugirió Mick antes que Beth pudiera responder por su cuenta.

-Pero…- ella intentó argumentar en vano.

- De momento estás más segura si estas en el Departamento, no creo que vuelvan a intentar llegar a Ben… ¡al menos hoy no!– El detective privado buscó aprobación en Carl Davis quien seguía de cerca la plática.

- Estarán en un sitio seguro Beth- Sonrió confiado el joven moreno – Todo el departamento está atento a cualquier señal de riesgo… No habrán descuidos- garantizó al trío.

- ¿Y dónde estarás tú?- murmuró la chica arrimándose un poco más al lado de Mick.


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Te quiero, es una excusa muy pobre para todo lo que te hago pasar, pero es la pura verdad.

Stephanie Meyer

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- ¿Y qué otra cosa se supone que vamos a hacer con estos matones? – El sarcasmo salió a relucir en cada palabra expresada- ¿vinimos aquí para sentarnos a esperar que el lobo venga a comerse a la abuelita? – Puntualizó - Es claro que si vinimos aquí es porque estamos dispuestos a empezar la cacería de esos bastardos antes que ellos acaben con todos nosotros-

-¡No voy a permitir ninguna cacería en la ciudad!- gruñó Josef con la mirada clavada en el vampiro francés.

- Esa es una posibilidad- Las palabras salieron de los labios de la enigmática mujer de negro sentada al extremo opuesto de la mesa – Si no se puede controlar en las próximas horas, tendremos que actuar más agresivamente- Sugirió- Y podrían haber daños colaterales…-

- ¡Los vamos a controlar!- Josef se puso en pie antes de hablar.

– Evidentemente no has podido controlarlos Kostan, eso cuestiona altamente tu eficacia, ¿eh?- le desafió inclemente Lance Duvall- yo no estaría seguro de nada mi amigo- levantó su mano despectivamente hacia el anfitrión.

- Esto no va a ser un endemoniado apocalipsis para los vampiros de LA, ni siquiera estaremos cerca de lo que tu Sire permitió en la Revolución- Contrarrestó Josef.

- Calma, calma todo el mundo… - Intervino Moore desde su asiento -No estamos reunidos para ajusticiarnos entre nosotros mismos, sino para llegar a una solución-

- Tenemos que conseguir atraerlos- Murmuró Kostan caminando unos pasos hasta aproximarse a Coraline Duvall, quien se encontraba ajena a la conversación de los vampiros reunidos - ¡Y tú serás quien nos los traiga!-

- ¿Por qué yo?- Miró la mujer de reojo.

- Porque tú eres el Sire de Mick, tú eres la principal culpable de que esto esté ocurriendo…- Ordenó Sir Thomas a quien fuera su protegida.

- Mick hace mucho tiempo decidió seguir su vida lejos de mi- se exculpó la vampiresa haciendo un gesto de apatía.

- Es aún tu responsabilidad querida- refutó Lance consciente de la verdad en la sentencia- Me guste o no la idea, mi querido cuñado está aún bajo tu tutela y si él ha sido quien detonó este problema, entonces tú correrás su misma suerte-

- ¿Alguien ha preguntado a Mick si quiere la intervención de su ex - esposa?- se dejó escuchar la voz de Virginia Dare desde un lado del recinto.

- ¡Él está lejos de mí, pero sigo siendo su esposa!- corrigió Coraline enfurecida.

- ¡Eso es cuestionable!- Replicó Mick apareciendo por la puerta principal de la habitación – Creo que califica perfectamente como un pedido de divorcio el haber hecho mi mejor esfuerzo por quemarte viva… ¿hace cuánto?…- sacudió la cabeza un poco- ¿23 años? – completó frunciendo el entrecejo.

La mirada exasperada del detective daba cuenta de la incomodidad de encontrarse con el grupo de vampiros deliberando en torno de su futuro y sus acciones, una reunión a la cual no fue invitado, y de la cual tampoco fue advertido.

-Tan cuestionable como lo es tu fidelidad a la tribu- se puso en pie Lance Duvall recogiendo sin dudar las palabras de su cuñado – Te niegas a hacer lo que debes cada vez que la tribu se ve amenazada: Permitiste que alguien como Emma Monaghan fuera puesta en la cárcel conociendo lo peligrosa y determinada que era, ocultaste hasta el último momento la amenaza directa que lanzó sobre todos los vampiros de la ciudad- el silencio en la sala otorgaba autoridad a las reflexiones de Lance acerca del comportamiento errático de Mick.

-Nunca he traicionado a la tribu- Mick se cuadró de hombros ante el ataque de Lance, quien profirió una sonrisa burlesca antes de continuar.

- Te aferras a las reglas humanas en vez de formar filas con los de tu misma especie- El vampiro francés se aproximó desafiante a pocos pasos del joven recién llegado- Mantienes una “relación” con una periodista a quien has revelado todos los detalles de nuestra existencia- continuó enumerando sin perder de vista la creciente incomodidad de Mick.

- Beth no ha participado en nada de esto- trató Mick en su defensa- ha sido culpa de tu hermana que ella se enterara de nuestra “existencia”- Acotó sin desviar los ojos de Lance.

- Eso fue hace muchos años cariño- Murmuró Coraline en su altivez característica.

- ¡No pongo en duda la lealtad de Mick! – Interrumpió Josef no muy convencido de lo que acababa de decir.

- Cada vez que St. John debe hacer una elección escoge hacer todo lo contrario a lo que nuestro código impone- Lance apuntó con su dedo sobre el pecho erguido del detective e ignorando abiertamente las defensas expuestas- Estamos parados en un campo minado por culpa tuya Mick St. John, todo esto ha comenzado por tu imprudente comportamiento y todo esto debe parar de inmediato- exigió dando la vuelta sobre sus talones para enfrentar al grupo expectante- Necesitamos que te definas en este mismo momento “cuñado”… Los Duvall hemos sobrevivido a las peores persecuciones y eso sólo ha sido posible porque en el momento preciso hemos cerrado filas sobre un objetivo común: La autopreservación –

-Pero no tienen porque morir seres humanos- La voz de Mick parecía diluirse a pesar del esfuerzo que hacía por no quebrarse en su postura, podía entender la desventaja en la que se encontraba: A su lado sólo estaba Josef Kostan, quien más que su amigo era el vampiro responsable de la tribu en la zona, y en cuestiones de seguridad, sabía que Josef no podía mostrar debilidad al tomar cualquier decisión, si Josef debía escoger, Mick sabía hacia donde se inclinaría la balanza y en una situación así, comprendió que su rebeldía no remediaría en absoluto el problema. Josef confiaba en él, de eso no había duda, y Mick estaba obligado a responder a favor de la tribu.

- Los seres humanos son predadores naturales, es inevitable que la gente muera Mick – explicó la Sra. Dare – Antes de convertirme en vampiro tuve que ver como toda la gente que alguna vez amé moría frente a mis ojos en manos de los Eno (**) y a los pocos que logramos sobrevivir nos hicieron trabajar como esclavos – la mirada triste de la mujer se dirigió sobre sus manos cruzadas sobre su propio regazo- Fuimos separados de todo aquello que conocimos y aprendimos de la crueldad en su peor forma: como humana crecí sabiendo que la vida y la muerte son hermanas siameses, como vampiresa, aprendí que nuestra discreción es la regla No. 1, y nuestra fidelidad con los de nuestra misma especie, es la única oportunidad para subsistir-

- Hemos sido cazados y seguiremos siéndolo- Josef apretó su mandíbula a medida que hablaba.

- Haré lo que sea necesario, nadie tiene que morir- se comprometió Mick derrotado- ... y Beth no es responsable de nada de esto.

- Mi joven amigo- comenzó a hablar Sir Thomas Moore en su comedido estilo – tendrá que ser así, tendrás que hacer todo lo necesario para que esto pase pronto y para que Beth no se vea perjudicada- Mick asintió un par de veces en reconocimiento – Quien está haciendo estas ejecuciones va directamente contra ti y en contra de ella,al menos eso dijo Gassol- recordo- todos los demás son simples distracciones, lo mismo que las filas que protegen al Rey en un juego de ajedrez – señaló el tablero al medio del amplio mesón – El daño está hecho desde el mismo momento que decidiste guardar para ti mismo la amenaza que Emma nos hizo en el cuarto de interrogación de la cárcel-

-Pensé que no era más que un acto de desesperación de alguien que estaba acorralado – El joven vampiro dejó caer sus hombros y desvió su mirada a un punto cualquiera de la habitación, lejos de la vista de los demás.

- Nunca subestimes el poder de un vampiro, más aún en una situación desesperada- Advirtió Lance.

- Este tipo de cosas es injustificable Mick – Recriminó Coraline, quien por primera vez mostró ante el grupo su estirpe y sus convicciones-No es admisible que algo tan importante lo quieras manejar tú sólo, lo que hiciste es un acto suicida donde todos quedamos por el medio, yo te enseñé las reglas para sobrevivir, yo te mostré lo necesario para que un error de este tipo nunca ocurriera- Reprochó indignada – Quien viene tras nuestro no va a descansar, no tiene miedo y va a llegar a ti de una u otra forma-

- Lo sé – La vergüenza apenas dejó escapar las palabras de los labios del más joven de los vampiros – Intenté proteger a todos: Vampiros y Humanos… Pensé que sacando a Emma de la cárcel y llevándola ante nuestra justicia no habría nada más que hacer…- aclaró su garganta – Pensé que todo acabaría allí-

- Mis chicas tomaron parte en la recaptura de Emma- defendió la mujer vestida en cuero negro de pies a cabeza – No podemos juzgar a Mick de traición por haber hecho lo que creyó más conveniente, en todo caso ha sido nuestra culpa por igual, así que esta reunión no se trata de sólo cuestionar la fidelidad o no de St. John, se trata de acabar con un peligro sobre todos y necesitamos que Coraline y Mick lleguen a un acuerdo que nos guíe a la cabeza de todo esto.

- Y no es mejor que sigamos al asistente del fiscal- Propuso la Sra. Dare.

- Talbot ha tenido 2 atentados, el último frente a mi edificio- Alertó Mick – Pienso que ya no es útil a los planes de la gente de Emma, a fin de cuentas Talbot no es quien ha hecho la lista, y sacándolo del camino no eliminamos la verdadera amenaza-

- En eso estamos claros Mick- la voz de la razón surgió de labios de Kostan- Hay un vampiro que se encontraba muy cerca de Emma y Jackson quien se enteró de su ejecución y no va a dejar pasar sus muertes-

- No sólo es un vampiro Josef, a su alrededor hay un grupo muy leal de vampiros y humanos- Se apresuró en compartir la limpiadora.

- Tal vez no fue Emma quien hizo esto- De repente Lance presentó una opción diferente a la que todos estaban mirando – Es cierto que tiene que ver con Emma y Jackson, pero eso sólo es el principio, tiene que ver principalmente con Mick St. John, esta Beth Turner, sus amigos en la tribu, mi hermana…-

- El poder…- Concluyó Moore, acostumbrado a la estrategia y la filosofía.

- Sugieren que este sea un medio para alcanzar un fin- Instó Josef interesado en la teoría - ¿algún tipo de conspiración?

- Siempre ha sido la razón para que estas situaciones se presenten…- explicó Lance- En tu zona debe haber un vampiro lo suficientemente molesto como para quererte sacar del juego a ti, la excusa perfecta la ha puesto St. John al relajar todas las normas por proteger a los humanos y la culpa de que Mick forme parte de la tribu es de Coraline-

- ¿Y eso a donde nos conduce?- Preguntó sin miramientos Virginia Dare.

- Ya tenemos aquí a Coraline conforme nos han pedido, St. John está en el centro de la mirada de todos: Humanos y Vampiros- Señaló con el dedo a cada uno de los nombrados- y tú Kostan, en tus manos está el decidirte a poner la red para atrapar al extremista- Dio unos pasos hasta ponerse en pie al lado de su propia hermana- Nosotros estamos dispuestos a perder a nuestra única hembra en el linaje a cambio de mantener a raya la exposición, ahora tú tendrás que dar la orden a St. John para unirse a la cacería y evitar que nuestro secreto salga a la luz pública -

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La desesperación es la materia prima del cambio drástico.

W. Burroughs

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Julie entró sin hacer ruido por la puerta lateral, trajo consigo un par de tazas de café y un grupo de carpetas que dejó caer sobre el escritorio de la sala de juntas del departamento de policía. La recepcionista de cabello rojo y ojos café, quien no tenía más de 35 años, fue la justificación perfecta para tomar un descanso tras la larga jornada de revisión de expedientes por parte de Ben Talbot y Beth Turner.

- ¡Gracias Julie!- sonrió Ben al advertir la llegada de la mujer - ¿te deshiciste de la ropa?- preguntó en referencia a la camisa y el saco que se arruinaron tras el ataque de principios de la tarde-

-¡Sí señor!- devolvió con una cálida sonrisa – quería saber si iban a necesitar algo más de mi-

-No Julie…- aseguró Ben agradecido al tiempo que Beth sacudía su cabeza en negativa.

- Beth…- susurró Julie.

- ¿Si?- se interesó la rubia.

- Cuando venía de camino vi que entraba al edificio ese amigo tuyo…el Detective Privado-

-¿Mick?- La joven reportera hizo un gesto de sorpresa - ¿dónde está él? – se puso en pie.

- Creo que está esperando en la recepción a que yo regrese para preguntarme por ti – Guiñó el ojo - ¿quieres que lo reciba o irás tu misma?

- Yo me encargo- con una sonrisa cómplice se dio la vuelta esperando la aprobación de su jefe.

-¡Anda! – le consintió Ben sin despegar los ojos de los archivos.

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¡Qué poder es el amor! Es el más maravilloso, el más importante de todos los poderes vivientes. El amor confiere vida a los que no la tienen. El amor enciende una llama en el corazón helado. El amor concede esperanza a los desesperados y alegra las almas de los angustiados. Ciertamente, en el mundo de la existencia no existe un poder mayor que el poder del amor.

Abdul Baha

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(Mick) La vi venir a mi encuentro a través de las puertas de cristal que dividen la recepción de la comisaría del área de oficinas. Su sonrisa me daba la bienvenida a pesar del cansancio que notaba en sus ojos, habíamos tenidos tres noches muy largas y pocas horas para nosotros mismos.

Me hizo un gesto con la mano cuando se detuvo para tomar una botella de agua que trajo por el camino, podía sentir la emoción en sus latidos y la impaciencia en mis manos.

- No te esperaba por aquí- fueron las primeras palabras que surgieron de los labios de Beth al encontrarse frente al detective.

- Iba a ir directo a casa, pero preferí venir por ti- el tono serio impactó a la chica- tenemos que ir a casa y hablar sobre algunas cosas-

-Aún no he terminado- señaló con el pulgar en dirección a la oficina que dejó por detrás.

- Es importante Beth- suplicó.

- Tengo que terminar con mi trabajo Mick- dejó caer su cabeza a un lado y se encogió de hombros – adelántate y en cuanto termine estaré allí-

(Mick) Amaba su forma de ser tan obstinada, a decir verdad, su terquedad fue una de los encantos con los que logró atraparme, pero, indudablemente, no resulta útil ante un peligro como el que enfrentamos. No pretendo anularla o relegarla, bueno, eso es algo virtualmente imposible, Beth no es el tipo de mujer que suele escuchar cuando alguien le pide que haga algo o que deje de hacerlo, ni siquiera funciona si lo pido con amabilidad… Ella es muy dueña de sí misma y ni siquiera el hecho que hemos pasado al siguiente nivel me autoriza a intervenir en sus decisiones, pero tratándose de una relación como la nuestra, de una forma u otra tendré que hacerla entender.

- Beth…- se acercó tanto a ella que el aliento de él quemaba su piel – como están las cosas, realmente prefiero tenerte conmigo desde ahora mismo – a medida que Mick hablaba, la mirada de Beth comenzó a vagar entre los labios húmedos de él y sus suplicantes ojos verdiazul – tenemos que irnos a casa… juntos, ¿entiendes?-

(Mick) No quería parecer autoritario, pero dejarla de su cuenta no sólo era un riesgo para ella sino para el resto de los involucrados, también era una posibilidad de permitirle que actuara sin medir consecuencias. Beth podría ser una mujer muy lista, pero también acostumbraba a actuar por impulsos.

Tenía que decirle de Coraline y del plan de los líderes, tenía que explicarle cómo van a funcionar las cosas hasta que atrapemos a los asesinos y tenía que hacer todo esto sin permitir que estallara en un ataque de celos.

Necesitábamos de una conversación pacífica para hacerle ver el punto más importante: La supervivencia de la tribu. Josef quería evitar una matanza colectiva, yo tan sólo necesitaba evitar mi apocalipsis personal, o lo que es peor, un segundo round entre mi ex esposa y Beth.

- ¡Te dije que iré a casa en cuanto termine Mick!- aseguró con firmeza dando un paso lejos de él – Estamos revisando algunos expedientes y no puedo dejarlo todo a medio andar simplemente porque necesitas que hablemos-

- ¡Es importante!-

-¡Lo sé!- sonrió girando para observar a Julie quien había regresado a su puesto en la recepción para tomar su bolso antes de retirarse – Escucha Mick, estamos en esto juntos, ¿no es así?- comenzó a confrontarlo en el tono más suave que pudo emplear intentando pasar desapercibida a los ojos de la secretaria que se negaba a salir del salón - ¿Crees que no me he dado cuenta del peligro en que te encuentras?… ¿en el que todos nos encontramos?-

-Beth…- las manos descansando sobre la cadera y la mandíbula tensa empezaban a hablar de derrota – acompáñame, por favor- volteó a mirar a la única luz encendida en el pasillo de oficinas- o al menos déjame quedarme contigo… hasta que podamos irnos a casa-

Beth volvió a mirar hacia atrás y dio una sonrisa nerviosa sobre Julie. Contempló mentalmente sus opciones y volvió de nuevo a Mick – Déjame hablar con Ben…_ caminó en dirección a la oficina – espérame aquí- exigió mientras que Mick exhalaba resignado.

- Ella es muy entregada a su trabajo- el comentario de Julie llegó hasta Mick como un leve suspiro – Ella realmente te quiere, no deberías sentirte celoso de su jefe- sonrió la pelirroja frente al detective, chaqueta y bolso en mano – Dudo que Beth tenga ojos para alguien más que para ti… que tengas buenas noches…- se despidió la mujer desapareciendo por la puerta de entrada, dejando en los labios de Mick una sonrisa contenida.

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Todo peligro pierde mucho de su amenaza cuando se han descubierto sus causas.

Konrad Lorenz

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-Estos tipos son verdaderos asesinos, no tienen ganas de dar un mensaje o hacernos advertencias, ellos han venido dispuestos a matar- Explicó Logan Griffen mientras cotejaban en su ordenador diversas listas que había logrado obtener a partir de los registros creados en las últimas horas.

- ¿Tienes bajo el radar a todos?- consultó Ryder desde la habitación contigua a la que ocupaba el genio de los videojuegos.

- Todo el mundo está donde se supone, ninguno de los míos está fuera de foco- informó satisfecho de tener control sobre el grupo de vampiros asignados a su responsabilidad - ¿qué tienes tú?-

- Todos parecen estar en control, sin embargo, hay algo que no logro entender…- England amplió las imágenes sobre el monitor principal y apeló a la vista satelital para comprobar una actividad inusual – Quiero que observes esto- con un rápido movimiento de sus manos sobre el tablero táctil que hacía las veces de mando a distancia, colocó sobre la pantalla de vigilancia de Logan una vista panorámica de un grupo de vampiros trajeados al estilo de los responsables de la limpieza pero cuyos códigos de seguridad indicaban que no pertenecían a esa sociedad secreta.

- ¡Están a tres manzanas de casa de Mick!- Alertó Logan en cuanto analizó la visual – y espera…- aumentó la resolución de dos diferentes puntos de la ciudad – Aquí también pasa algo…- se frotó el rostro con ambas manos en tanto enviaba su descubrimiento al ordenador de Ryder

- Eso es el edificio de Industrias Kostan- murmuró

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Llega un momento en los asuntos de los hombres en que hay que coger el toro por los cuernos y enfrentarse a la situación.

William Claude Fields

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- Dijiste que íbamos a tu departamento… este no es el camino al edificio Mick- Observó Beth ante el silencio culposo que guardaba Mick. Los nudillos firmes sobre el volante del Mercedes verde empezaban a lucir blancos debido a la presión.

- No podemos ir allí, confía en mí-

-Confió en ti- Aseguró ella – sólo que no entiendo a donde va todo esto- giró su vista sobre la carretera que los llevaba directamente hacia el muelle de Santa Monica Pier - ¿Podrías explicarme Mick?- tocó su hombro para llamar finalmente la atención.

-Déjame aparcar- murmuró sin enfrentarla a la cara.

Comenzaron a caminar por la tercera calle del paseo, confundiéndose con los transeúntes anónimos y el bullicio de los centros comerciales, cafeterías y sitios de recreación. La tensión era completa en el cuerpo de Mick, quien inusualmente optó por cubrir los hombros de la rubia en un abrazo posesivo más que de protección.

-Tienes que llevar esto contigo- le entregó un pequeño dispositivo GPS que inmediatamente Beth intentó poner en su bolso – ¡No!- la detuvo interponiendo su mano – allí tienes ya el móvil, esto lo debes tener en tu cuerpo –

-¿En caso de?-

- Todos llevamos uno…- mostró el suyo sobre su muñeca, a manera de pulsera – es una precaución-

-Eso no explica por qué estamos aquí en vez de ir a casa-

- Tenemos que hablar Beth- se detuvo a mitad de camino, en un espacio obscuro que sólo suelen aprovechar las parejas de enamorados.

-¿Piensas proponerte?- Sonrió Beth arqueando sus cejas.

-Es serio Beth…-

-Sí, sí, está bien…- sus labios se apretaron para ocultar la risa, pero sus mejillas sonrosadas le robaron un suspiro profundo al detective.

- Josef y los demás creen tener la clave de esto –

- ¿Y de qué va?-

- Hay un denominador común en las muertes –

- Si claro Mick… - se exasperó Beth con impaciencia- todos son vampiros o están estrechamente vinculados con alguno de ellos, aparecen en la lista- señaló con sus dedos en recuento- tienen que ver con Emma y Jackson, y finalmente contigo…-

-¿Me quieres escuchar?- le advirtió sin alzar la voz, pero con una firmeza inusual – Esto no sólo se trata de mi, se trata de asumir el poder en la ciudad-

-¿El poder?- meneó un poco la cabeza en busca de aclarar las ideas.

- Exacto, poder…- Mientras hablaban Mick notó que una pareja de policías observaba de cerca sus movimientos, por lo tanto se acercó a Beth y en un rápido movimiento le estampó un profundo e inesperado beso.

-¡Wow…! Eso fue poderoso - musitó la rubia en cuanto sus labios se separaron.

- Lo siento- fueron las palabras de Mick luego de aclarar su garganta - Tenía que asegurarme quienes eran…- haciendo un leve movimiento con su cabeza el vampiro señaló a los uniformados que se alejaban lentamente del sitio que invariablemente ocuparon por un par de minutos.

-Aaah- exhaló Beth desilusionada -¿decias…?- lo alentó entonces a continuar.

- Hay un patrón en los asesinatos… y en los intentos de asesinato – comenzó a decirle – Primero fue Lisa, pero era lógico empezar con ella-

- Eso ya lo sabíamos, fue quien le quitó la atención de Dominic a Emma- complementó la investigadora civil

- ¡Correcto!- Sonrió él – Luego fue por Logan y Guillermo pero ambos pudieron ser rescatados. Ellos sólo fueron una advertencia…-

- ¿Como si no matarlos fuera parte del plan?-

-Así es…-

- Es por eso que crees que se trata de poder y oportunidad en vez de simple venganza…-

- Hay mucho de venganza en esto Beth, sólo alguien con sed de muerte es capaz de enfrentarse a Josef, y he sido yo quien le ha brindado una oportunidad-

-¿Y el patrón Mick?-

- Los muertos… los vampiros que han sido decapitados todos tienen el mismo Sire…-

- Son algo así como… ¿hermanos?-

- Algo así- Mick miró a los lados antes de hablar- Este vampiro, fue el encargado de esta zona antes que Josef asumiera el control- deslizó su brazo sobre la cintura de Beth para guiarla a caminar en dirección a la feria.

- Quiere decir que era algo como el Gobernador de los vampiros en LA y luego le ganó Josef en las siguientes elecciones –

- No tenemos votaciones ni campañas electorales Beth…- sonrió Mick – Es más como una necesidad de mantener el control y evitar que nuestro secreto sea amenazado, y existe un acuerdo en rotar los líderes cada determinado tiempo-

-Lo que me explicaste acerca de tener reglas y la justicia vampírica – asumió Beth sin inmutarse.

- Este vampiro tenía una postura muy agresiva acerca del crecimiento de nuestra población en América, es uno de los más antiguos convertidos en éste continente…-

-¿Pero Josef no fue convertido en América?-

-¡No!- respondió estoico – Casi toda la población es originaria de Europa, Josef incluido, unos pocos como Jackson, Lisa, Anthony, Guillermo, Logan, Virginia Dare, yo mismo, hemos sido convertidos en América- apretó más estrechamente a Beth antes de continuar – Hasta 1955 cuando Josef asumió el control de LA, la población había sido estrictamente controlada, casi todas las conversiones fueron hechas por el mismo Sire-

- El Padre de Lisa y Gambino…- recitó Beth ante un suave cabeceo de confirmación de Mick.

- Era estrictamente prohibido que los linajes europeos hicieran colonia en LA-

- Pero entonces tú…-

- Yo violé las normas en más de un aparte: Fui convertido por Coraline, pero siendo ella una Duvall eso me concedió cierta inmunidad…- se detuvo para enfrentarla – Josef fue tolerante con mi condición y parte de lo que hizo Coraline conmigo fue lo que originó la presión para el cambio de “Gobernador”-

- ¿Y donde entran en esto Emma y Jackson?-

- Emma fue convertida en su viaje a América-

-Lo sé, ella jamás supo quien se lo hizo – suspiró Beth haciendo memoria de su conversación con la vampiresa.

- Ella tuvo un padre sustituto al llegar a América…-

- ¿Y es quien ha hecho todo esto?…-

- Así es…- la apartó para verla a los ojos mientras hablaban – Está entre nosotros Beth, sabe nuestros planes, conoce de las medidas que hemos tomado y está tratando de distraernos- la tomó por los hombros con firmeza – No nos dimos cuenta hasta que Coraline me recordó las normas que me enseñó para sobrevivir-

-¿Coraline?...- La rubia se deshizo del contacto con Mick dando unos pasos hacia atrás -¿hablaste con Coraline, Mick?- Cruzó sobre su pecho ambos brazos y levantó el rostro en total desafío.

-¡Beth!... por favor…- suplicó

- ¿Cuándo pensabas contármelo Mick?- sonaba ahora indignada -¿No que se había ido para siempre?-

-¡Beth escúchame, no tenemos tiempo para discutir acerca de esto!- vaciló entre tocarla de nuevo o mantenerse a distancia

-¿Desde cuándo está ella aquí?, ¿hace cuanto la estás viendo?- la sangre hervía en las mejillas de Beth y sus ojos comenzaban a irradiar la ira creciente en su interior.

- No he estado viéndola…- las palmas de sus manos expuestas trataban de mostrarle a ella su franqueza – Coraline no es importante para mí, pero ella es una pieza necesaria para resolver este rompecabezas-

- ¿Cómo esa bruja puede ser importante para resolver este asunto Mick? ¡Vamos, explícame! Parece que todo tu mundo gira alrededor de esa…-

- ¡Mi mundo gira alrededor de ti Beth!- negó con la cabeza y dejó perder su vista a un lado de la costa – Lo único que me importa en el mundo eres tú- resopló intentando mantener la compostura – Coraline vino aquí para ayudar, al principio no teníamos muy claro cómo, pero ella era parte de la lista, ni siquiera sabía que ella estaba viniendo para acá… Créeme-

-Uh, uh- Beth murmuró sin dignarse a hacer contacto visual con él.

- No sabía que Josef la haría venir, no supe nada hasta hace unas horas que llegué en medio de una Junta de líderes de la zona y la vi allí- explicó sin éxito alguno – Al terminar la reunión, Sir Thomas Moore llamó aparte a un grupo de los reunidos y hemos logrado encontrar a quien está haciendo todo esto… De no haber sido por Coraline, nunca hubiésemos entendido nada-

-Así que la bruja es ahora la heroína de todos… ¿Cuál es el siguiente paso?- Volteó a verlo - ¿Supongo que terminarás en aquel baño que estuvieron tomando juntos y que les interrumpí, ¿eh?-

-¡Beth por Dios!-

- ¡Por Dios Mick!- el golpeteo de su pie sobre el piso daba parte de su ánimo y el corazón agitado era una señal de alarma para Mick, la discusión había tomado un giro inesperado y el tiempo se agotaba para continuar perdiéndolo.

- Quiero que entiendas algo Beth- la obligó a mirarlo atrayéndola hacia él – esto no es sobre Coraline, esto es sobre un asesino que se ha aprovechado de un descuido mío – aunque Beth luchaba por liberarse de él y la gente que pasaba no hacía más que murmurar por la aparente pelea de amantes, la fuerza que Mick ejercía sobre ella no le daba muchas alternativas de romper la proximidad – Estamos siendo vigilados – miró a su alrededor con un rápido movimiento de ojos – Coraline nos espera al otro lado de la ciudad… ella está exponiéndose a ser la próxima víctima al quedarse sola con nuestra vengadora anónima… Necesito que mantengas a raya este comportamiento-

-¿Por qué? – lo retó – ¿Por qué se trata de la “vida” de tu esposa, ¿eh?-

- ¡No!- devolvió la dureza de sus palabras – Coraline es más fuerte y poderosa que yo, fue capaz de sobrevivir al incendio que pensé que acabaría con ella y será capaz de defenderse sola de un vampiro que tiene casi su misma edad- la mirada normalmente azul pasó de improviso a un profundo plateado que daba cuenta de la aparición de la otra parte de sí mismo – yo tengo que ir hasta allí y tú debes ir conmigo – la voz gutural logró un estremecimiento en la chica que no pudo pasar desapercibido por Mick – Eres humana Beth… Estarás allí con nosotros y todos estarán conscientes de lo que ha pasado entre tú y yo… Todos, absolutamente todos podrán percibirme en ti, y sabiendo que eres mi mujer te hace el eslabón más débil para distraernos y atacar-

-Mick…- susurró Beth sin aliento.

- ¡Nos pertenecemos Beth!- remarcó en un ronco silbido – Y así es como funciona, tenemos reglas e involucrarnos al punto que lo hemos hecho elimina lo difícil de mantenernos juntos, pero no anula que sea peligroso y complicado- cerró sus ojos para intentar poner a raya al vampiro que empezaba a poseerlo por completo - ¿Aún quieres estar conmigo Beth? ¿A pesar de esto?- sus últimas palabras fueron acompañadas de un leve cabeceo afirmativo y el abrazo que logró fundirlos en el muelle frío fue una respuesta suficiente para ponerlos de nuevo en el mismo equipo.

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En el amor, todas las cumbres son borrascosas.

Marques de Sade

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REFERENCIAS:

(*) UTOPIA: El término fue concebido por Tomás Moro en su obra Dē Optimo Rēpūblicae Statu dēque Nova Insula Ūtopia, donde Utopía es el nombre dado a una comunidad ficticia cuya organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con las sociedades humanas contemporáneas.

(**) ENO: Tribu originaría de las américas conocida por su violencia. En su libro Roanoke: Solving the Mystery of the Lost Colony (2000), la historiadora Lee Miller afirmaba que algunos de los sobrevivientes de la Colonia Perdida (A LA CUAL PERTENECIERON LOS PRIMEROS COLONOS NACIDOS EN AMERICA, ENTRE ELLOS VIRGINIA DARE) buscaron refugio con una tribu indígena vecina, los Chowanoc, que fue atacada por otra tribu, los Eno. Los sobrevivientes eventualmente fueron esclavizados y puestos en cautiverio por diferentes bandas de la tribu Eno, quienes, según Miller, eran conocidos por ser comerciantes de esclavos.

Para ser continuado

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